En primer lugar, les quiero traer un abrazo profundo y un agradecimiento realmente muy grande, con los dos brazos y el corazòn, de nuestra compañera Presidenta Cristina, que les agradece profundamente. Ella está con nosotros acá compartiendo este maravilloso acto, en el cual creo que es muy importante en el marco de estas tribunas, tomando el mensaje de aquel 11 de marzo cuando muchos de nosotros, que hoy estamos aquí y otros que no están, acompañamos con todo amor, con toda lealtad en nuestra lucha al General Perón para que triunfara la fórmula Cámpora-Solano Lima por el bien de la Argentina, como decíamos nosotros en aquel tiempo.
Millones de trabajadores, millones de compañeros: estudiantes, universitarios, intelectuales, actores, gente de la ciencia y la tecnología, la sociedad toda apostó a aquel regreso del movimiento nacional y popular. Por eso nosotros, hoy, después de haber recorrido el camino que transitamos, desde el 25 de mayo, de poder mirar a los ojos de todos los argentinos se puede pensar igual o distinto que nosotros, pero nadie nos puede negar el coraje y la decisión de defender la idea de Patria, de pueblo y de Nación, que tenemos.
No estamos detrás del discurso fácil, o de discurso que aquel que estudia la opinión pública nos diga qué hay que decir a cada argentino en cada momento lo que quiere escuchar. Ese discurso es el discurso de las frustraciones argentinas, nosotros debemos ser cuadros y militantes con coraje y tenemos que decir lo que pensamos, así a algunos no les guste. Ya en el tiempo nos van a entender, nos van a tomar la mano y nos van a acompañar, para la construcción de la Patria de todos, la Patria de todos los argentinos.
Tuvimos que llevar adelante la reconstrucción de la Corte Suprema de la Nación y lo hicimos buscando con todos nuestros esfuerzo – y Dios quiera que así sea en la trascendencia de los tiempos – de construir una Corte independiente de todos los sectores de poder y del Gobierno, de una Corte que le de al pueblo una tranquilidad en la administración de Justicia, independientemente de las presiones que puedan existir.
Hicimos todo, convocamos a concursos claros, abiertos y públicos; pusimos toda nuestra fuerza para volver y para lograr que en la Argentina se termine la impunidad. Entre todos los argentinos – pero impulsados por nosotros – se terminó con la Ley de Obediencia Debida, con el Punto Final y con el indulto que avergonzaba la conciencia y la historia de todos los argentinos.
Volvimos a tener paritarias en la Patria, volvimos a la discusión salarial; se terminó con el descuento y el congelamiento de los jubilados; se terminó con el sometimiento al Fondo Monetario Internacional e hicimos la renegociación de deuda más importante que haya tenido la Argentina, con un ahorro de 70 mil millones de dólares; marchamos en la construcción del crecimiento económico más importante de los últimos 200 años; generamos 5 millones de puestos de trabajo; recuperamos a 2 millones de jubilados que habían quedado en la calle y le abrimos la puerta a la esperanza, al sueño y la visión de los nuevos tiempos a los jóvenes argentinos para que piensen como piensen tengan derecho al estudio, al trabajo y la educación y a la libertad de pensar.
Yo les puedo asegurar que con Daniel trabajamos intensamente, con el apoyo de todos ustedes, pero también les quiero decir la verdad para que aprovechemos a fondo este tiempo histórico, yo que comparto con ella una vida de luchas y de convencimiento, me siento orgulloso de la compañera que tengo y de la Presidenta que tienen los argentinos: la compañera coraje. Sí, se me caen lágrimas, no sólo porque la amo, sino porque la admiro y porque está mostrando que la mujer argentina está decidida a construir una Patria diferente para terminar el acuerdo oscurantista de la política, que tanto daño nos ha hecho a todos.
Ella, cuando tomó y juró como Presidenta de los argentinos, con claridad dijo que no venía a hacer más de lo mismo, ni siquiera más de lo mismo de lo que había hecho este ex presidente, sino que venía a profundizar el modelo porque lo hecho realizado estaba y ahora lo que había que hacer era terminar con las inequidades, profundizar la Justicia, mejorar la calidad institucional. ¿Pero qué era para algunos mejorar la calidad institucional? Para los grupos concentrados mediáticos mejorar la calidad institucional era hacer exceso de institucionalismo conservador para impedir las transformaciones; hacer calidad institucional era que no hubiera Ley de Medios, porque la Ley de Medios – que si mejora la democracia y las instituciones – para los grupos concentrados mediáticos es el desmejoramiento institucional. Y nuestra Presidenta tomó la bandera, y ellos sabían que iba a ser así.
Por eso la atacaron desde el primer día, pero ahí estuvo Cristina coraje poniendo lo que tiene que poner cada día, levantándose a la mañana para tomar como corresponde ese rol de conductora de los argentinos que tiene y dispuesta siempre, soportando muchas veces el agravio y la ingratitud de aquellos que mejoraron muchísimo con el modelo y salió a decir que el sueño de ella, el sueño de la generación de muchos que hoy no están, que la acompañaron a ella, era construir una Patria con justicia, con equidad, con inclusión, con alegría, donde las posibilidades vuelvan a ser una realidad. Y lo hizo, tomó decisiones trascendentes, decisiones que por ahí, porque tenemos que hablar los dirigentes, tenemos que hablar con la verdad y sin hipocresías, por ahí me enseñaron hasta mí – no tengan dudas- que nunca hay que renunciar al coraje, ni hay que estar especulando si es más conveniente o no. Ella dijo: “es fundamental que la plata de nuestros jubilados vuelva a ser de nuestros jubilados y todos los argentinos para que se termine una de las expoliaciones más grande que tuvimos que tener”. Y Cristina logró, y por eso la furia de algunos, que se financiaban con la plata de los jubilados, entre ellos los grupos concentrados mediáticos, que se financiaban y vendían sus acciones allí, cuando vieron que esa plata volvía al pueblo argentino, que volvía a la economía, que volvía a ser parte del crecimiento argentino, evidentemente se pusieron de muy mal humor e inmediatamente en las paritarias – junto al compañero Hugo – generaron el sueldo mínimo vital y móvil más importante de toda Latinoamérica y profundizaron las paritarias y el ingreso de todos los argentinos.
Allí no más, sin descansar, tomó la decisión de la que muchos hablaban, que llenaban los programas de televisión, pero hablaban y hablaban y cuando llegaron el Gobierno se olvidaron y no sólo no lo hicieron sino que le descontaban a nuestros jubilados, a las universidades, a los trabajadores. Y Cristina – la historia lo tendrá en cuenta como la medida social, como la medida de recuperación de un espacio, de un lugar, como la medida reinvidicativa social más importante de los últimos 50 años, firmó y tomó la decisión que la Asignación Universal por Hijo llegue a ser eso: universal para todos los argentinos. En base a ese dinero que se recuperó 3.500 mil argentinos, pibes argentinos que vuelven a las escuelas, pibes argentinos que recuperan la sonrisa, pibes que vuelven a soñar que hay una bandera y una Patria que lo puede contener. Cristina siguió avanzando, ustedes saben que nosotros desendeudamos la Patria y del 160 por ciento de la deuda producto, deuda que teníamos en el 2003, en el 2008 estábamos en el 39 respecto a la relación deuda-producto. Y ahora Cristina profundizando este tema con decisión toma otra decisión de gran coraje ante la crisis internacional, ante la caída del Consenso de Washington, ante la caída de la burbuja financiera nuestra Presidenta no hizo como hicieron en 1988, nuestra Presidenta no hizo como hicieron en la década neoliberal de los 90’, nuestra Presidenta no hizo como quienes gobernaron en el 2001, que para tratar de hacer frente a los compromisos internacionales dijeron. “tenemos que llegar al déficit cero”. Y allí le bajaron el sueldo a los jubilados, le quitaron la plata a las universidades, le quitaron la plata a la provincia con los pactos fiscales, le quitaron y bajaron los sueldos al personal activo, despidieron gentes y cerraron empresas, llevaron adelante el “corralito”, llevaron y fusilaron todos los sueños de los argentinos, que son las mismas caras que hoy escuchamos hablar.
Y nuestra Presidenta dijo: “si este modelo económico tuvo la capacidad virtuosa de juntar la suficiente reserva, casi 50 mil millones de dólares, esas reservas no las tendremos ahí para adorarlas o para que solamente la miren los grupos económicos, son las reservas para que el pueblo argentino pueda seguir creciendo, para que pueda seguir creciendo el salario, para que pueda seguir creciendo la economía, para que podamos seguir desendeudándonos, para que no paguemos tasas del 15 por ciento, para que no paguemos comisiones vergonzosas – como la del Brady y el megacanje -, para que no sigamos sometiéndonos”. Y entonces, tomó la decisión histórica, una decisión nacional, popular y estratégica de desendeudarse pagando con las reservas y es el pueblo argentino el que la está apoyando.
Sin embargo, los mismos que dilapidaron la riqueza argentina, los mismos que se arrodillaban todos los días ante el Fondo, los mismos que no se animaron a salir con responsabilidad de la convertibilidad, los mismos que le interesó con un pseudoprogresismo o utilizando a veces el pase de compañeros bien intencionados pero que implementaron proyectos que fueron realmente lamentables para el pueblo argentino, los mismos que generaron el corralito donde veíamos a los viejos, a los enfermos, a los que habían ahorrado su dinero golpeando los bancos para que se lo devuelvan hoy dicen y se paran con una situación casi apostólica diciendo casi mesiánica o fundamentalista diciendo no toquemos las reservas porque está en juego el salario de los trabajadores, esas reservas que se juntaron precisamente son para que las reservas hagan frente definitivamente al desendeudamiento argentino, para que crezca el salario de los trabajadores y no sea el salario de los trabajadores el que pague el ajuste en la patria y en la Argentina, ese ajuste que quieren tener ellos y que les puedo asegurar que mientras este proyecto gobierne la patria, la palabra ajuste será para ajustar el peso, para ajustar cualquier cosa, un tornillo, pero al pueblo argentino hay que darle herramientas para que tengan la posibilidad concreta de ir mejorando paulatinamente su distribución y participación en el Producto Bruto Interno.
En el día de ayer algunos quisieron mimetizar o confundir lo que dijimos y yo ante ustedes, queriendo un peronismo abierto y frentista, queriendo una alianza con los sectores nacionales populares y progresistas por la construcción del espacio y la transformación de la patria, no es patrimonio de nadie, sino es patrimonio de todos los argentinos que en base a nuestra bandera y nuestra lealtad con los principios de realización de pueblo en su conjunto, tenemos que llevar adelante.
Yo en el día de ayer dije y lo vuelvo a repetir, nosotros, las elecciones van y vienen, las candidaturas se eligen en los momentos y en los tiempos que corresponden, pero nosotros, compañeros, argentinos, amigos, quienes nos acompañan y quienes no nos acompañan por este camino de lo que también tratamos de persuadirlos para que nos acompañen, nosotros les decimos que es fundamental construir un proyecto estratégico, construir los cuadros necesarios para darle sustentabilidad.
Para poder lograr eso, ustedes saben que en el año ’83 se vivió la década de la primera etapa de la recuperación democrática y el inicio de la recuperación y el fin de la impunidad con idas y con vueltas, con muchas más vueltas que con idas, pero con algunos hechos históricos como el juicio a la Juntas que nosotros no tenemos problemas en reivindicarlos.
En la década del ’90, lamentablemente llegó la noche neoliberal. En esa década que iniciamos en el 2003, empezamos el proceso de reconstrucción de la patria, de los derechos, de los derechos humanos, del trabajo, del esfuerzo permanente y con la llegada de Cristina se profundiza el modelo que tiene que llevar adelante la distribución del ingreso, el avance tecnológico, la construcción de un país con posibilidades igualitarias, las posibilidades de la educación para todos, las posibilidades de universidades ligadas a la construcción y al proyecto nacional de país que nosotros necesitamos y no islas, necesitamos construir espacios, foros y demás que determinen una Argentina adecuada a la evolución de los tiempos.
Y esa evolución de los tiempos, en la década que viene, que va del 2010 al 2020, tiene que tener como hecho central y conjunto la recuperación de la participación de los trabajadores en el Producto Bruto Interno para que definitivamente llegue al 50 por ciento de los trabajadores en la participación de ese Producto Bruto Interno.
Y yo qué decía, que también es fundamental entender que nosotros no somos eternos y no confundir como se confunden muchos de lo que hacen frente, que hacen la máquina de impedir. Nosotros sabemos que tenemos un tiempo histórico que cumplir y después acompañar en el marco del trasvasamiento generacional, de la apertura a las nuevas generaciones de la Argentina para que los procesos se vayan tranformando. Y allí decía que esperaba que la Presidenta que empezó el proceso de la distribución del ingreso, la profundización de ese proceso en esta etapa histórica que era Cristina, Dios quiera que esté abrazada en el 2020 a una joven o a un joven, a alguno de ustedes que está acá y demás, abrazándose porque hemos logrado concretar esa grandeza que necesitaban todos los argentinos.
Nosotros tenemos en claro que no hay estilos individuales, sino que tenemos que volver a la construcción colectiva de la política y tenemos la responsabilidad y la humildad de estar en el lugar o la trinchera que toque en cada momento histórico. Pero también sabemos que es fundamental que esa evolución, ese proceso evolutivo que trae el crecimiento, que trae la formación de nuevos pensamientos, que trae la formación de nuevas síntesis, que se oxigena con gente que viene realmente joven a aporta toda su capacidad creativa y el entendimiento de la capacidad evolutiva de los tiempos, tiene que tener en ese espacio nacional y popular que tiene como columna vertebral al peronismo de Perón, de Eva, de nuestros mártires, de nuestros desaparecidos, de nuestras Abuelas, de nuestras Madres, de nuestros intelectuales, tiene que ser la síntesis de la realización que tenemos que llevar adelante.
Y para terminar, si ustedes me permiten, yo lo dije y lo vuelvo a repetir: yo creía que querían que haya un Parlamento sin mayorías para que el pueblo argentino pueda presenciar un debate serio, responsable, de ideas diferentes pero con calidad intelectual y con propuestas; pero está claro, y eso que a nosotros nos criticaban por la forma, somos realmente del jardín infantes al lado de esta gente con las formas que tienen. Esas son las formas democráticas que tienen, ¡por Dios!
A los que tanto…Fíjense ustedes qué enseñanzas para las futuras generaciones. Yo me senté ayer para ver como un ciudadano argentino más un debate entre nuestra compañero presidenta del Banco Central y la Comisión de Acuerdos. ¿Qué es lo que nos tocó ver? Explicitó, explicó con absoluta calidad intelectual nuestra presidenta del Banco Central del por qué de todo y los que hablaban tanto de las formas “no le queremos preguntar nada, váyase”. Esa es la forma que tienen los hombres y las mujeres de ese supuesto esquema democrático. ¡Por Dios!
Nosotros no los queremos insultar, no insultemos a nadie; nosotros le pedimos nomás que reflexionen, que demos los debates que haya que dar. A veces de los debates siempre sale una verdad que ayuda a esclarecer y que haya una síntesis superadora.
Pero les pido acá, con la historia y el sufrimiento del 2001 de los argentinos, por la historia de que nos costó tanto levantar esta Argentina…Desde acá, nosotros le mandamos un fraternal abrazo a todos los argentinos.
Yo les puedo asegurar que creo que los que más responsabilidad tenemos, tenemos que generar los puentes de plata de convivencia en la diferencia y sin renunciar a la idea ni a la convicción, que realmente ayuden a demostrar que la política puede construir el sistema que necesitan los argentinos, que terminen con estas actitudes, con esta máquina de impedir, que si no fuera por el coraje de Cristina, el país estaría paralizado, si no fuera por el coraje de nuestra Presidenta estarían millones de trabajadores en problemas.
Por eso de aquí este 11 de marzo, los llamamos realmente a que defiendan sus ideas, que no se enojen más, que no se pongan nerviosos y tanto hablaron de las formas que recuperen las formas y de esa manera van a ayudar a que el país pueda marchar muchísimo mejor.
Y a ustedes cerrarles con un mensaje de Cristina: que tengan la seguridad, que tengan la confianza, que ella está y va a dejar todo por profundizar el modelo, transformar la patria, levantar con todas nuestras fuerzas las chimeneas humeantes de la industria y el trabajo, profundizar las reformas educaciones, culturales y laborales y que los abraza para llevar adelante la transformación de la patria. No cree en otra cosa y la profundización de la distribución del ingreso.
Muchas gracias, compañeros, canten, sueñen, fuerza. Nosotros, que desde muy jóvenes militamos, sabemos que la evolución de los tiempos lleva a que hay miles de jóvenes en el país, millones que van a conducir la Argentina en los próximos años, en los próximos lustros y va a ser para bien de la patria. Nosotros hagamos las bases que tenemos que hacer en este tiempo.
Muchísimas gracias Daniel; muchísimas gracias Hugo; muchísimas gracias compañeros diputados, senadores, Emilio, Chino, un abrazo, gracias, todos ustedes, me gustaría abrazarlos, soñemos, es tan lindo soñar y trabajar por una patria de todos, es tan hermoso tener sueños y es tan hermoso recordar a nuestros compañeros que no están, que nosotros estamos acá para cumplir el mensaje por el cual ellos dejaron su vida.
Muchísimas gracias y como siempre los abrazo sobre el corazón.