Inauguración sesiones ordinarias del Congreso de la Nación

Señor vicepresidente de la Nación; señores presidentes de las Honorables Cámaras Legislativas; señores gobernadores; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; señores ministros de la honorable Corte Suprema de Justicia; miembros del Cuerpo Diplomático; señores jefes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad; señores legisladores; autoridades nacionales, provinciales y municipales; representantes de organismos de derechos humanos; señoras y señores: vengo a dejar inauguradas las sesiones del Honorable Congreso de la Nación, como los dispone el artículo 99 de la Constitución de la Nación Argentina en su inciso 8°.

Al llevar a cabo esta apertura de las sesiones venimos a dar cuenta del estado de la Nación. Nos hemos planteado desde el primer día de nuestro gobierno la necesidad de construir prácticas colectivas de cooperación que superaran los discursos individuales de diagnóstico y oposición.

Por mandato popular, por comprensión histórica y por decisión política, el nombre de nuestro futuro es el cambio: Argentina protagoniza una profunda transformación, es hora del cambio cultural y moral. Producto del profundo cambio de paradigma que necesitamos, el éxito de la gestión tiene que ser juzgado desde las perspectivas del bien común, el funcionamiento pleno del estado de derecho, la vigencia de una efectiva democracia, la correcta gestión de los asuntos de gobierno y el ejercicio del poder político a favor del bienestar del pueblo.

En una Nación desbarrancada en un profundo abismo, con un esfuerzo conjunto y sostenido, reconstruyendo y reindustrializando, intentamos salir del infierno para poder decir el próximo 10 de diciembre que nos encontramos en las puertas mismas del purgatorio.

Es hora de mirar alto y lejos para echar las bases de un proyecto de una Argentina plural y diversa que nos convoque y contenga. Esa es la situación actual, ese es el estado actual de los asuntos de la Nación.

Superados los peores momentos, con todo lo realizado ante nuestra memoria, debemos emprender el esfuerzo de inventarnos un futuro innovando con vistas a la integración, el crecimiento con equidad, la inclusión social y el desarrollo sustentable. Una Argentina en crecimiento económico sostenido, que viene dejando atrás muchas de sus carencias de infraestructura en base a una formidable inversión pública y privada que a su vez aporta al crecimiento de la economía, tiene la oportunidad de decidir las características de su futuro.

El fuerte desendeudamiento, la programación ordenada de sus obligaciones futuras, la recuperación del crédito interno, la subsistencia y consolidación de superávit gemelos, el apoyo a la innovación, el desarrollo de la ciencia, la técnica y la tecnología, el financiamiento creciente en la educación, la transformación educativa, los avances en todos los aspectos, tiene que ser la mejor base para un desarrollo nacional estratégico.

Un modelo argentino con crecimiento e inclusión, a partir de la creación de trabajo digno, un modelo en que el pueblo argentino resulte el principal actor y beneficiario, sin copiar recetas enlatadas, que ponga de pie nuestra capacidad de actuar colectivamente, tiene que ser el norte de nuestra sociedad, con sólida base en lo que hemos logrado hasta aquí.

La economía argentina está transitando su 5° año consecutivo de crecimiento a un fuerte ritmo que ronda entre el 8 y el 9 por ciento anual, sin mostrar signos de desaceleración y con firmes expectativas de que en el año 2007 continuará el proceso de crecimiento a una tasa todavía elevada.

Se confirma que, luego de la crisis económica y financiera más grave de la que se tenga memoria, lejos de experimentar un rebote, como decían los especialistas, la economía experimentó un cambio decisivo en su modo de funcionamiento. Los resultados son elocuentes en todos los frentes, a pesar de algunos representantes dignos y brillantes de las escuelas económicas que nos vienen asesorando diariamente.

Se mantiene un superávit fiscal elevado, consistente con la estrategia de desendeudamiento del país y con el manejo de la política económica en la fase ascendente del ciclo económico. La política monetaria acompaña al crecimiento económico y contribuye a la estabilidad macroeconómica al apuntalar la competitividad de los sectores transables de la economía y al asegurar, vía acumulación de reservas internacionales, la cobertura necesaria frente a eventuales turbulencias en los mercados internacionales, al tiempo que se expande el crédito doméstico especialmente el dirigido a las PYMES.

En estos momentos calculo que las reservas deben estar pasando los 35 mil millones de dólares.

El crecimiento económico se produce en el marco de una solidez en las cuentas externas de la economía que prácticamente no tiene parangón en otras etapas de la historia del país. En efecto, la economía sigue mostrando un cuantioso superávit comercial y en cuenta corriente, a pesar de que las importaciones reflejen el alto crecimiento de la actividad. Más del 41 por ciento de nuestras importaciones son de bienes de capital, lo que está marcando con toda claridad que la inversión está dirigiéndose claramente a consolidar el crecimiento en bienes de capital.

El incremento en el acervo de reservas internacionales se produce fundamentalmente como consecuencia de dicho superávit, y no como efecto de un proceso irresponsable de endeudamiento del exterior. Ustedes se acuerdan que en las anteriores reservas, cuando la Argentina llegó más o menos a la misma cifra, para mantener la relación convertibilidad-emisión se tomaban créditos internacionales en el Fondo y en el Banco Mundial para mantener el nivel de reservas para poder mantener, con endeudamiento, la famosa convertibilidad. Hoy las reservas que tenemos son absolutamente genuinas.

La inversión, un componente crucial para asegurar la sostenibilidad del crecimiento, acumuló un incremento de su mínimo histórico más reciente y ya se han superado los niveles máximos de la década de los 90, aún cuando en dicha década la apreciación cambiaria proveía de enormes facilidades para importar bienes de capital endeudando al país.

En efecto, en términos de la relación de inversión y PBI, la misma alcanzó el 21,5 por ciento. Dentro del gasto de inversión se destaca la evolución de la compra de equipo durable, que luego de 4 años de crecimiento mostró en el tercer trimestre de 2006 un alza interanual del 22,4 por ciento más del doble de lo que viene creciendo el producto y ya alcanza el máximo de la convertibilidad, cercano al 9 por ciento del PBI.

El consumo privado acompaña la evolución del producto, la recuperación del consumo está asociada, principalmente, a la mayor participación en el producto de la masa salarial, que ha sido posible en virtud de la creación de nuevas oportunidades de empleo y del aumento de los salarios reales de la economía.

El crecimiento económico para 2006 fue aproximadamente el 8,5 por ciento. Falta aquí ver cuál fue el crecimiento de las actividades financieras para tener el crecimiento definitivo del 2006. Por un fuerte incremento en la inversión pública y privada y una alta tasa de variación de las exportaciones, se difunde cada vez más a todos los sectores de la economía y a todas las regiones del territorio nacional.

La evolución sectorial demuestra que se consolida la difusión del crecimiento: en la segunda mitad del 2006 comenzó a producirse una nueva aceleración del crecimiento del sector agropecuario y se espera en el próximo año, merced al logro de una nueva cosecha récord, que este sector supere, incluso, el notable dinamismo exhibido durante el año 2005.

La industria creció un 8,3 en el último año y todos los bloques productivos siguen exhibiendo altas tasas de crecimiento. El aumento de la utilización de la capacidad instalada en algunos sectores tuvo como respuesta proyectos de inversión para ampliar durante este año su capacidad de producción, como es el caso de la siderurgia y el papel.

Al buen desempeño de la industria se suman cada vez más los sectores productores de servicios. Entre estos ya se percibe una importante recuperación del sector financiero, tanto el comercio como el transporte y las comunicaciones continúan exhibiendo tasas significativas de crecimiento.

Esta recuperación económica, después de casi 5 años, sigue mostrando efectos positivos sobre los indicadores sociales. Los argentinos hicimos un esfuerzo enorme, un número creciente de compatriotas se pudo sumar al empleo y la medición del último trimestre del 2006, cuando la esperábamos para el 2007, marcó un descenso de la desocupación, después de 14 años, a un dígito. Podemos decir que tenemos el 8,7 de desocupación, perforando la barrera de los dos dígitos, característica de la década anterior. Esta es sólo un tercio de la que padecíamos al hacernos cargo de la gestión del Estado nacional.

Sólo entre el tercer trimestre de 2005 y el mismo período de 2006, la creación neta de puestos de trabajo registrada fue de 658.000 y desde 2003, se han creado 3.400.000 empleos.

Como dice mi compañera Cristina, a mí me tocó ser el presidente de la historia votado solamente –y agradecido a esos votantes- por el 22,7 por ciento de los ciudadanos, pero la tasa de desocupación era del 27 por ciento, es decir que era más alta la tasa de desocupación que los votos que obtuve. Muchas gracias argentinos, realmente, por confiar.

Pero no sólo miles de argentinos se sumaron al mercado del trabajo en 2006, además aumentó el poder adquisitivo de las familias. El salario nominal de los trabajadores registrados, que alcanzaba en promedio 949 pesos en mayo de 2003, llegó en septiembre del año pasado a 1.631 pesos, lo que representa un crecimiento del 72 por ciento.

En mismo período los salarios de los trabajadores de menores ingresos aumentaron un 110 por ciento y también la remuneración de los no registrados aumentó en mayor proporción que los registrados, como respuesta a la política activa de salarios encarada por el Gobierno nacional con el acompañamiento de los sectores trabajadores argentinos a quienes estamos permanentemente agradecidos.

Esta recuperación es fruto de los acuerdos entre empresarios y trabajadores, en el marco de la negociación colectiva en plena libertad, institución que había caído en desuso y que hemos recuperado como herramienta de redistribución del ingreso y de la inclusión social.

En 2006 los salarios mejoraron un 19 por ciento, contra una inflación del 9,8 por ciento. Hoy todos los trabajadores bajo convenio colectivo reciben salarios que superan la línea de pobreza.

La participación de los asalariados en el PBI subió del 34,3 en 2003, al 38,6 a fines de 2005 y siguió mejorando en el 2006, estimándose que a fines de este año estaremos en el 41,1 por ciento. Obviamente, todavía no estamos en el 50 por ciento de los grandes tiempos cuando conducía el país el general Perón, pero estamos en el 41 por ciento de la participación de los ingresos.

El coeficiente de Gini del ingreso familiar de las personas, que mide la desigualdad, mejoró del 0,537 en el tercer trimestre del 2003 al 0,441 promedio en el año 2006. Es decir que ha mejorado la participación de los trabajadores en el Producto Bruto Interno ostensiblemente y también ha mejorado la distribución del ingreso. Son dos datos realmente muy importantes en esta política de crecimiento con derrame, ese derrame de que tanto nos hablaron en la década del 90.

Las finanzas públicas de la Nación siguen mostrando un saludable sostenimiento del superávit fiscal primario en términos del PBI. Mientras tanto, debido a una menor carga de intereses, el superávit financiero se podría mantener en torno al 1,5 por ciento del producto. El incremento en la recaudación sigue superando al producto nominal, signo de una sistemática mejora en la eficacia recaudatoria. La mayor recaudación permitió expandir, atender las necesidades en materia de inversión pública, especialmente de infraestructura y asistencia social.

Uno de los principales desafíos que enfrentamos vinculados con el papel del Estado es volver a poner a la inversión en obra pública e infraestructura, como una de las prioridades de la gestión estatal, considerando su capacidad de mejorar la calidad de vida, de motorizar rápidamente el nivel de actividad y generar mejor competitividad económica y social.

Para ello hemos dado la pelea también en el plano de las ideas, tuvimos que luchar contra un pensamiento muy arraigado en determinados sectores acerca de que las políticas activas en materia de infraestructura y obras públicas, significan un gasto y no una inversión.

La falta de planificación, o la decisión manifiesta de su ausencia, presente durante muchos años en la Argentina, agudizó los desequilibrios territoriales del país, acentuando la posición periférica de muchas de nuestras provincias en paralelo al empobrecimiento de nuestra población. En cambio, en nuestra gestión, el Estado asumió un rol activo y la planificación en inversión e infraestructura ha sido uno de los ejes. Estamos trabajando por un crecimiento equilibrado social y territorial, y la industria de la construcción actúa indudablemente como una eficaz herramienta para el desarrollo.

La inversión en obras públicas ha continuado incrementándose y hoy representa diez veces más de lo que fue ejecutado en el 2002 y seis veces más que lo ejecutado en 2003.

Durante el 2006 se alcanzaron los mayores registros históricos en materia de cantidad de soluciones de viviendas terminadas y en ejecución desde la aplicación del sistema del FONAVI. Esto fue posible por el incremento de la inversión realizada por el Gobierno Nacional y el trabajo conjunto con las administraciones provinciales y municipales. Al finalizar el 2006 se encontraban en ejecución 185.000 soluciones habitacionales entre viviendas nuevas y mejoramiento de las viviendas existentes que permitirán solucionar la situación habitacional de 850.000 argentinos y que representan más de 2,5 veces a las que se tenían en ejecución en el 2003. Solamente en el 2006 se finalizaron 66.000 viviendas beneficiando a 300.000 hermanos argentinos.

En el 2006 se ejecutaron cerca de 4.000 millones de pesos en obras viales, 8 veces más que en el 2003 y 13 veces más que en el 2002. La magnitud de esta inversión significa que cubre el 91 por ciento de la red vial nacional, se producen intervenciones en 35.000 kilómetros de la red y las inversiones en marcha son por un total de 12.000 millones de pesos.

Las inversiones en marcha en construcción de autopistas representan 2.400 nuevos kilómetros de autovías, de importancia estratégica para la integración territorial, como es el caso de la autopista Rosario – Córdoba, la autovía Nº 14 Gualeguaychú – Paso de los Libres, utilizada como principal vía de comunicación carretera con el MERCOSUR; la autovía ruta provincial Nº  6, que constituye la última circunvalación de la región metropolitana de Buenos Aires y la autopista Pilar- Pergamino, que es la construcción de la primera autovía por iniciativa privada, entre muchas otras.

Entre las obras a iniciarse próximamente pueden destacarse la autopista Nº 19 de las provincias Santa Fe y Córdoba, la autovía Nº 3, Comodoro Rivadavia – Caleta Olivia, en las provincias de Chubut y Santa Cruz; la autovía número 3, Trelew- Puerto Madryn en Chubut, entre otras, y varias iniciativas que han sido declaradas de interés público, como la autovía Luján – Carlos Casares, la autopista Parque Perón y la autovía Río Cuarto – Córdoba.

También deben destacarse las obras de pavimentación y mejoras de muchas rutas y caminos de diferentes zonas del país, como por ejemplo los trabajos en la Ruta Nacional 40, la Ruta Nacional 35 en La Pampa, la Ruta Nacional 3 en Tierra del Fuego, la Ruta Nacional 101 en Misiones, la construcción de la Ruta 234 en Neuquén y la Ruta Nacional 23 en Río Negro. Con este nivel de inversión, el nivel de actividad en el sector vial alcanzó en el 2006 el máximo histórico producto de las inversiones públicas y privadas.

En materia ferroviaria estamos revirtiendo décadas de desinversión. Nuestra política de recuperación del ferrocarril como elemento de articulación territorial ha tenido como base la reorganización, la recuperación y la modernización del sistema ferroviario. Teniendo en cuenta que hay que tener muy buena memoria, acá se desarticularon los ferrocarriles, se los remató, “ramal que para, ramal que cierra” fue la política de quienes gobernaron en los 90. Todos los argentinos queremos volver a recuperar lo que tienen los países desarrollados del mundo, que están unidos por una red ferroviaria que les permite interconectarse, no buscando la rentabilidad financiera sino la rentabilidad social, la rentabilidad de integración, la rentabilidad de inclusión social. (Aplausos) Por ello hay que ver de dónde partimos, cómo los dejaron, porque muchos que los dejaron como los dejaron aún hoy hablan como si el pueblo argentino no tuviera memoria. (Aplausos) Pero es hora de que las cosas sean expresadas con absoluta claridad.

Durante el año 2006 el Estado Nacional invirtió 550 millones en obras para seguir la mejora del servicio ferroviario metropolitano y de los servicios interjurisdiccionales ya reestablecidos. Se encuentran en ejecución 82 obras, por un monto de inversión superior a los 2.500 millones de pesos. Se construyeron 300 kilómetros de vías y se repararon 650 coches.

El indicador sintético de la construcción siguió creciendo, alcanzando durante 2006 nuevos registros históricos que superan las cifras alcanzadas en el 2005. La expansión ha tenido su correlato en el crecimiento del empleo formal del sector, registrándose también en este ámbito nuevos máximos históricos de la serie.

La construcción. Siempre me emociono cuando voy a cada pueblo de la República Argentina y veo los gorritos amarillos que habían desaparecido prácticamente de la Argentina, ya que habíamos llegado a tener nada más que 60 ó 70.000 trabajadores afiliados a la UOCRA. Hoy estamos pisando los 400.000 trabajadores que están en toda la Argentina colocando su capacidad y esfuerzo para llevar adelante este proyecto.

La construcción ha sido el sector más dinámico de la economía en los últimos 3 años, alcanzando tasas del 34,4 por ciento en el 2003, 29,4 por ciento en el 2004, 20,4 por ciento en el 2005. Para el 2006 se proyecta un crecimiento del orden del 20 por ciento. En el tercer trimestre del 2006, se superaron los 352.000 puestos de trabajo en relación de dependencia –hay que ver también todos los puestos indirectos- aportantes al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones.

La planificación del desarrollo de la estructura energética es una cuestión prioritaria y estratégica. La creciente y sostenida demanda de energía eléctrica generada por la reactivación económica ha requerido ajustes regulatorios y la intervención del Estado Nacional con el objeto de regenerar las condiciones de mercado que alientan la inversión en el sector energético. Ya en mayo de 2004 estructuramos el Plan Energético Nacional 2004 – 2008, con una inversión prevista de más de 27.400 millones de pesos. Estas inversiones incluyen la incorporación de 4.605 nuevos megavatios de potencia, la construcción de 5.127  km de líneas de extra alta tensión, que representan un incremento de más del 50 por ciento sobre el tendido actual, y la ampliación de más de 27 millones de metros cúbicos/día de la capacidad de transporte de gas natural, que representa ampliar nuestro sistema de gasoductos troncales en un 22 por ciento. Concluimos la primera ampliación de la capacidad de transporte de gas natural, incorporando 4,7 millones de metros cúbicos/día.

Hemos terminado la construcción de la línea Choele Choel – Puerto Madryn, que permitió interconectar el sistema eléctrico patagónico al Sistema Interconectado Nacional. Se incrementó la oferta de potencia del sistema eléctrico en las horas pico en 350 megavatios, con instalación del transformador de la potencia de la Central Hidroeléctrica Río Grande, se elevó la cota de Yacyretá a 78 metros sobre el nivel del mar, adicionando 350 megavatios de generación y se finalizaron 52 obras de adecuación y seguridad de abastecimiento sobre el SADI y se realizaron las obras de la compensación de la tercera y cuarta ternas, Línea Comahue – Buenos Aires. Ambos proyectos nos permitieron incorporar transporte adicional de potencia por casi 700 megavatios e incorporación de 1.300 megavatios de transformación.

Se encuentran en ejecución obras por casi 10.000 millones de pesos, que también integran nuestro Plan Energético Nacional, como es la construcción de 1.811 kilómetros de líneas extra alta tensión, el plan de terminación de Yacyretá, las obras civiles para terminar Atucha II, el tendido de las líneas Güemes – Salta Norte, gasoductos regionales de distribución y la ampliación en 22,2 millones de metros cúbicos/día de la capacidad de transporte de gas natural. Asimismo estamos trabajando en 2.962 kilómetros de línea de extra alta tensión como Comahue – Cuyo, Pico Truncado – Río Gallegos, y la línea NOA – NEA, que atravesará las provincias de Tucumán, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Chaco y Formosa, por un total aproximado de 15.000 millones de pesos. Estas inversiones del Gobierno Nacional en obra pública han producido efectos directos en la estructura productiva apoyando la expansión de los distintos indicadores como el nivel de la actividad, la creación de empleo, la demanda de insumos y proveedores.

Yo creo que la Argentina está teniendo una inversión en el tema energético, en gasoductos, incomparable en el tiempo. Desde el 2003 nos vienen anunciando el caos energético, desde el año 2003 dijeron que la Argentina se quedaba sin luz, desde el año 2003 dijeron que la Argentina vivía una crisis energética. Lo que yo digo es que es verdad, que hemos estado y estamos luchando al límite porque la Argentina crece, gracias a Dios, en términos realmente incomparables respecto del resto de nuestra historia, pero creo que hemos estado a la altura de la historia y estamos dando las respuestas que hay que dar, se invierte en energía, hay energía, hemos alcanzado máximos puntos de consumo, como el día sábado que llegamos a 17.800 megavatios como el récord histórico de la Argentina y la energía la tenemos allí.

Uno a veces también, con tremenda caridad cristiana, pide grados de comprensión de la Argentina que nos tocó tomar. Nos tiraron toda la Argentina sobre nuestras espaldas. No fuimos nosotros los que llevamos a la recesión a la Argentina, no fuimos nosotros los que dejamos de invertir en energía en la Argentina, no fuimos nosotros los que quisimos hacer un país de servicios; nosotros soñábamos, como ustedes y la mayoría de los Argentinos, con hacer un país productivo, un país industrial y obviamente un país que para desarrollarse necesita su energía.

Ahora, cuando hay peligro de una crisis energética algunos medios lo titulan con todas sus fuerzas, cuando tenemos récord de consumo y un comportamiento medianamente normal sale chiquititito. ¡No importa, fuerza argentinos, a creernos entre nosotros, a creer con firmeza que los argentinos tenemos que recuperar nuestra estima y los argentinos realmente podemos!

Estas inversiones del Gobierno, estos ejemplos ponen en evidencia la existencia de un círculo virtuoso que enlaza la mayor actividad económica, el doble superávit, la mejor recaudación, la mayor inversión pública, la mejor infraestructura que mejora la competitividad y baja los costos, lo que a su vez realimenta el crecimiento económico y mantiene la firmeza de las cuentas públicas.

Del lado del financiamiento, las emisiones realizadas durante el 2006 reflejaron una notoria baja en los rendimientos pagados y en un alargamiento de plazos. La última emisión del año se complementó a una tasa del 8 por ciento anual, la mínima de todo el año con una maduración de 7 años. El debut del 2007 no pudo ser más auspicioso; en el marco de las ofertas por montos 5 veces superiores a la emisión nominal, la tasa siguió bajando y se situó en el 7,7 por ciento. El éxito de las colocaciones se da en un contexto en el cual el riesgo país continúa perforando mínimos históricos y Argentina incluso ve mejorar este indicador en términos relativos a otras tasas emergentes.

Yo el otro día decía, por algunas cuestiones de que algunos sueñan que el país sea manejado por los gerentes, que el país lo tienen que manejar los que representan al pueblo, poner la cara los que representan al pueblo y tener la iniciativa que corresponde, ya sabemos lo que nos pasó en el país de los gerentes.  No era por ese tema, era realmente porque había habido una compra de bonos importante y después una venta importante de bonos argentinos en los mercados internacionales. Decían:”por tal o cual tema ha subido el riesgo país en la Argentina”. Yo no me había fijado y entonces fui, marqué la computadora: riesgo país 224. A mí me tocó subir con 7.000 de riesgo país. ¡Por favor, por favor argentinos!

Les digo en serio, se los digo con todo cariño, es decir, lo importante es discutir ideas, debatir ideas y que la Argentina vaya adelante, pero ahora llegar a esa calidad… Los argentinos no se merecen eso.

La verdad es que a veces uno piensa que algunos quisieran que las cosas salgan mal porque salgan mal, pero más aún riesgoso es cuando esos tienen que hacer un análisis objetivo de la realidad. Tienen que informar, tienen que estudiar, tienen que investigar; tienen que estudiar no solamente los que van a asumir cargos públicos y políticos, tienen que estudiar los periodistas, los científicos, todos; en la Argentina llegó la hora de investigar y estudiar, eso realmente es muy importante.

En el 2006 se redujo la tasa de inflación respecto a lo ocurrido en el 2005. El IPC registró un aumento del 9,8; 2,5 puntos menos que lo ocurrido durante el 2005. De esta manera se logró quebrar la tendencia creciente observada durante el 2004 y el 2005 cuando el IPC exhibía año a año una duplicación de su tasa; 3,7 por ciento en el 2003, 6,1 por ciento en el 2004 y 12,3 por ciento en el 2005.

Los resultados del 2006 confirman la contención de las expectativas de inflación. De acuerdo con las estimaciones privadas del Relevamiento de Expectativas del Mercado realizado por el Banco Central de la República Argentina, el pronóstico inflacionario para el 2006 había alcanzado el 12 por ciento hace un año con algunas previsiones que vaticinaban hasta un 14 por ciento y algunos por allí me dijeron que iba a ser del 20 por ciento. Pero bueno, gracias a Dios los argentinos tuvimos un 9,8 por ciento y vamos a seguir trabajando. Porque en un país que crece, un país donde hay inversión, en un país que hay consumo, es natural que ciertas variables tengan determinada movilidad. Durante la década del ´90 tuvimos deflación pero teníamos 60 por ciento de pobreza. Tanto dudan de los índices ahora, no sé si era cierto o no que bajaba el 0,2, ¡vaya a saber, qué se yo! Pero teníamos deflación, la verdad que teníamos el 60 por ciento de pobreza. Ahora tenemos algo de inflación pero ya bajamos al 31,8 de pobreza del 60 que teníamos y esperamos seguir bajando y seguramente estaremos por romper el 30 por ciento de la misma.

La moderación en las expectativas se refleja además en la reducción de la inflación de costos. Durante el 2006 los precios mayoristas del IPIM exhibieron una importante desaceleración, observando un incremento interanual del 7,1 por ciento frente a un aumento en 2005 del 10,7 y un pico interanual en febrero de 2006 del 13,8 por ciento. Esta situación supone una recomposición de los márgenes de comercialización tanto a nivel minorista, principalmente los servicios, cuyos precio relativo se sigue recuperando, como en la etapa de distribución.

Es importante recalcar que la menor inflación mayorista no se debió a una reducción exógena de los precios internacionales, sino a una dinámica de precios internos que refleja menores expectativas de inflación. En efecto, el índice de productos manufacturados nacionales exhibió en el 2006 un aumento del 7,4 por ciento, un punto porcentual inferior al año pasado. En los manufacturados el aumento del 5,6 en los alimentos y bebidas mayoristas fue casi la mitad del incremento ocurrido en el 2005, que había exhibido un alza del 10,8 por ciento. Estos resultados estarían anticipando una todavía mayor atenuación de las expectativas inflacionarias en los precios de alimentos minoristas para los próximos meses.

Tengamos en cuenta también que nosotros no vamos a recurrir a las medidas ortodoxas que nos dicen que hay que restringir el consumo para que los procesos inflacionarios sean menores. Es decir, caminan por el rumbo o el silencio o la paz de los cementerios donde tratan de bajar la inflación y donde la gente no pueda consumir, no pueda evolucionar, no pueda tener movilidad ascendente. Nosotros queremos que haya una sociedad viva. Por eso vamos a seguir siendo heterodoxos, seguimos creyendo en estos mecanismos, seguimos creyendo que hay que aumentar el consumo en la sociedad y seguimos creyendo que la Argentina puede tener un modelo que responda a la necesidad de los argentinos cada vez con más fuerza.

El frente externo de la economía sigue mostrando resultados extraordinarios, a pesar de que la economía crece a un ritmo vertiginoso el superávit comercial sigue superando los 11.000 millones de dólares, lo que nos presenta aproximadamente un 6 por ciento del PBI. En tanto el superávit de cuenta corriente se sostiene por encima del 3 por ciento del PBI desde hace ya 3 años.

Las exportaciones de bienes siguen creciendo a una tasa muy elevada. En el 2006 se logró un récord de algo más de 46.500 millones de dólares, 15 por ciento por encima de las alcanzadas un año atrás y también por las vigentes a principios de 2006.

En los últimos 4 años las exportaciones anuales acumularon un crecimiento del 82 por ciento, pasando de 25.650 millones de dólares en el 2002 a 46.569 millones de dólares en el 2006.En ese marco, el pasado año el superávit comercial alcanzó los 12.409 millones de dólares, un 6,4 más elevado que en el 2005.

Este superávit que obedece tanto al aumento de los precios como a los volúmenes colocados en terceros mercados, fue posible principalmente gracias a la federalización del comercio exterior con la participación activa de las provincias en la elaboración de estrategias y programas de acciones de promoción externa.

Las exportaciones de manufacturas tuvieron un muy buen desempeño y como consecuencia el aumento de las cantidades exportadas está creciendo a un ritmo de casi un 10 por ciento anual en el caso de las agropecuarias y un 15 por ciento de las industriales, con una contribución muy importante de la industria automotriz.

Las importaciones siguen reflejando el ritmo de crecimiento del país, sumaron en el 2006 algo más de 34.000 millones de dólares y exhibieron un crecimiento del 19 por ciento. De esta manera la elasticidad-producto de las importaciones sigue disminuyendo y alcanza un valor cercano a 2, aproximadamente la mitad de la década de los ´90. Sigue siendo muy fuerte la contribución a este resultado de las importaciones de bienes de capital cuyo volumen en general creció un 23 por ciento en el año.

Vale la pena destacar especialmente el comportamiento de las exportaciones de servicios reales que incluyen turismo, que se duplicó en los últimos 4 años. El desarrollo del turismo concebido como política de Estado se ha mostrado como motor de la economía. El turismo receptivo se incrementó en un 16 por ciento de turistas extranjeros con respecto al 2005 y en un crecimiento en el gasto total del 25 por ciento respecto al año anterior.

Asimismo el turismo interno tuvo un crecimiento del 6 por ciento lo cual representó un aumento del gasto del 15 por ciento respecto a la temporada anterior.

En cuanto a las inversiones, en la actualidad se encuentran en construcción más de 250 nuevos establecimientos hoteleros en todo el país y por un monto total de inversión que asciende a 1.900 millones de pesos entre cadenas internacionales, nacionales y empresarios independientes.

Del lado de la cuenta financiera, Argentina continúa recibiendo ingresos de capital destacándose la participación de la inversión extranjera directa con ingresos significativos por la inversión de utilidades e ingresos por préstamos financieros y comerciales. Como resultado del superávit de cuenta corriente del ingreso de capitales, ya lo dijimos, las reservas internacionales están oscilando, creo que en este momento están pasando los 35.000 millones de dólares.

La recuperación ha sido muy acelerada; en menos de un año las reservas duplican las existentes. ¿Se acuerdan ustedes cuando los especialistas dijeron, los técnicos, los economistas, los asesores del Fondo, bueno…de todas las escuelas que tienen unos títulos bárbaros decían: “es una locura lo que está haciendo este señor de pagarle al Fondo Monetario Internacional la deuda porque nos vamos a quedar sin reservas y quedamos expuestos a la vulnerabilidad de cualquier crisis internacional”.

Pagamos 10.200, 10.300 millones de dólares, nos fuimos a 17.000 millones de reservas y al cabo de un año y un poco más tenemos el doble de reservas todos los argentinos y ya no tenemos más la dictadura del Fondo Monetario Internacional manejando los destinos de los argentinos.

Ahora dicen: “es una exageración las reservas que tienen, se puede funcionar con el 25 por ciento de lo que emiten, vamos a ser un país solvente”. Déjennos en nuestra calidad primaria de administración de la economía, porque la verdad, con todo respeto y sin ignorar su capacidad intelectual y lo que han estudiado, entre lo que ustedes nos proponían y lo que hicimos nosotros hay un abismo. Lo que nos propusieron ustedes nos llevó al 60 por ciento de pobreza, 30 por ciento de indigencia, 20 por ciento de desocupación, tuvimos la deuda externa privada, la deuda del Fondo. Hemos pagado casi más de 26.000 millones de dólares, 27.000 millones de dólares en total de lo que nos han dejado. Con la actitud primaria que hemos tenido nosotros de tener un sentido racional de administrar con toda nuestra voluntad, con la gran capacidad de los técnicos y políticos con sentido nacional, argentino, popular, por amar la patria y la tierra argentina, nosotros creo que hemos tenido un resultado distinto.

En esto los argentinos tenemos que aprender la lección de la historia. La verdad discúlpenme si me salgo de este discurso, total ustedes lo tienen en su escritorio, lo bueno es que podamos hablar así.

Días pasados cuando la ministra de Economía le dice a la gente del Club de París: “señores queremos pagar la deuda”, nuestros hermanos españoles rápidamente dijeron: “nos parece bárbaro arreglamos a 6 años”. La deuda, les cuento, esos 1.000 millones -a ustedes, a los que nos miran por televisión, les digo- que arreglamos, que la Argentina está pagando, que la Argentina está pagando, que estamos pagando todos, son del famoso blindaje. ¿Se acuerdan del famoso blindaje, de aquella toma en la Quinta de Olivos? El blindaje. Lo estamos pagando ahora, lo arreglamos y lo empezamos a pagar todos los argentinos. ¡Miren lo que nos costó el blindaje! Pero bueno…

Sobre la deuda del Club de París nos dicen: “tienen que hacer un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para que puedan pagar la deuda con el Club de París”. Nosotros les dijimos: “señores, nosotros somos soberanos; nosotros queremos pagar la deuda del país pero “de acá” que vamos a volver a hacer un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional; bajo ningún sentido, bajo ningún aspecto. Estamos dispuestos y queremos pagarla porque somos un país estable y previsible.

Es así, hoy los bonos emitidos para compensar la pesificación asimétrica, entre febrero de 2002 y abril de 2003, con vencimientos programados para fechas que van desde mayo de 2005 hasta octubre de 2020 abonamos el ciento por ciento de los vencimientos por un total de 12.565 millones de dólares.

También acá quiero aclarar otro tema: todos los bonos que se emitieron adecuados a la inflación, para llevar las cosas para adelante en su momento, no fueron realizados ni emitidos durante mi gestión. Yo no lo hubiera hecho así y lo quiero decir con total sinceridad también. Y fueron todos colocados 2006, 2007, 2008, prácticamente los vencimientos más grandes. Esos que solucionaron algunos magos de la economía en el 2002 los pasaron a 2006, 2007 y 2008 y lo estamos pagando entre todos los argentinos, pero yo no tuve nada que ver con la adecuación de esos bonos que están en el mercado que son adecuados por la inflación. Nosotros, cuando hicimos los bonos de la reconversión de la deuda, los adecuamos al crecimiento argentino, ir pagando y adecuando los valores en la forma que creciera la Argentina. Esto es muy importante porque a veces pareciera ser que algunos no tienen buena memoria y la buena memoria es bueno que la refresquen.

Argentina crece y se desendeuda y afronta el pago de la crisis, ha ganado autonomía cancelando la deuda con el Fondo Monetario Internacional y se reforma estructuralmente. La fortaleza que muestran los números de la economía facilita que en algunas visiones interesadas explote una falsa imagen de que lo único bueno que ocurre en nuestro país es el crecimiento económico. Sin embargo, la tarea transformadora ha sido mucho más profunda que la que solamente las cifras expresan, estamos construyendo un nuevo país sobre la base de paradigmas que nos alejan de los vigentes en la pasada década.

Buscamos incentivar la producción industrial con fuertes políticas activas que han permitido potenciar su crecimiento y retroalimentar el círculo virtuoso del crecimiento de la actividad y de la recaudación fiscal.

Hemos replanteado estructuralmente el funcionamiento del MERCOSUR y al hacerlo hemos dado el impulso renovado a la integración de nuestros países superando un largo período de dificultades, profundizándolo y ampliándolo.

Yo acá me hago una pregunta, argentinos: desde acá, durante años nos estuvimos endeudando y subordinando a los países centrales, a los organismos internacionales, a tasas y a condicionamientos increíbles. Hoy cuando escucho que nosotros estamos por profundizar el MERCOSUR, que creemos en la construcción de los pueblos de América del Sur, más allá de quienes gobiernen en cada uno de sus pueblos por voluntad de sus pueblos mismos, que en la Argentina se puede, y debe hacerlo, tener relaciones profundas con los países de América del Sur, cuando nosotros emitimos bonos y estos bonos son muchas veces licitados y comprados por la propia Venezuela, sin ningún tipo de condicionamientos, cuestionan el acercamiento a un pueblo hermano que colabora con la Argentina y ayuda a la Argentina.  Díganme cuál es el riesgo que los argentinos tenemos, cuál es el riesgo de compartir y de tener el Bono del Sur y licitarlo juntamente con la hermana República Bolivariana de Venezuela, cuando el otro día licitamos 1.500 millones de dólares y tuvimos 12.000 millones de dólares de oferta, ejerciendo nuestra soberanía.

Señores, es hora que tengamos la mayoría de edad, que tengamos nuestra decisión y no tengamos miedo porque nadie se subordina ideológicamente a nadie. Este país siempre será un país latinoamericanista, independiente, plural y amplio con todos los pueblos de América del Sur.

Logramos sancionar el Mecanismo de Adaptación Competitiva, es decir la posibilidad de establecer medidas arancelarias al interior del MERCOSUR frente a daños sectoriales. Este mecanismo es de especial relevancia como señal de largo plazo para nuestros inversores y consolida la consistencia del MERCOSUR. Se ha avanzado, asimismo, en negociaciones que implican limitaciones sectoriales a las importaciones de Brasil en aquellos sectores más vulnerables o sensibles en esta etapa a los subsidios de nuestro socio comercial.

La negociación del régimen automotriz con ese país es también una señal clara para la radicación de inversiones en el país y el crecimiento de las exportaciones industriales de Argentina, como ha quedado claro en la evolución de este sector en el 2006. Esta nueva estrategia comercial se plasma en todas las negociaciones que encara nuestro país en el exterior.

En el pasado mes de julio concluyeron las negociaciones para la ampliación y profundización del acuerdo bilateral con México, logrando acceso preferencial a dicho mercado para 2.700 productos, que representan el 30 por ciento del total de nuestras exportaciones a ese país. El éxito de esta negociación ha sido reconocido por todos los sectores industriales. A este resultado se suma el de la negociación, culminada en abril de 2006, también con México, para el sector automotriz, que estableció el libre comercio para los vehículos y utilitarios livianos, comerciados entre ambos países, donde la Argentina tiene fuerte saldo superavitario.

En el ámbito del MERCOSUR hemos asistido, recientemente, a uno de los hechos más destacados desde su creación, tanto en términos políticos como económicos. Me refiero a la incorporación como nuevo socio de la República Bolivariana de Venezuela.

Nuestra complementación y complementariedad industrial con Venezuela brinda a los empresarios argentinos un importante mercado potencial hacia donde orientar su producción y ofrece la posibilidad de captar nuevas inversiones que potencien el desarrollo de la industria nacional.

Como vemos no sólo estamos creciendo, Argentina vive un proceso de profundas transformaciones e importantes cambios, construye un nuevo modelo que reconoce como pilares fundamentales la educación, la ciencia y la tecnología.

La educación es una prioridad de Gobierno. Todos ustedes, los que tienen responsabilidades saben que la eliminación de la escuela técnica, la conformación de una Ley Federal que no funcionó, el abandono de la excelencia en la investigación, nos trajo crecientes dolores de cabeza a los argentinos. Aún hoy empresas que demandan trabajo no pueden darle trabajo a miles de chicos argentinos porque aún no tienen su capacitación y ello nos llevó a nosotros a afrontar a fondo ese problema. Y avanzamos fuertemente con la nueva sanción de la Ley de Educación Técnica, con la nueva Ley de Educación, que sancionaron, por supuesto, ustedes, a fines del año pasado aquí, en este Honorable Congreso y con colocar 6 puntos del Producto Bruto Interno hacia el 2006 para financiar la educación, para que definitivamente la educación en la Argentina deje de ser la sirvienta de las políticas públicas para convertirse en la herramienta de la reconversión nacional.

Esta Ley de Educación es el resultado del extenso y profundo debate del que participaron 750 mil docentes y más de 2 millones de alumnos de los 44 mil establecimientos educativos de todo el país, que recibieron más de 900 aportes de instituciones representativas de los más diversos sectores de la sociedad. La Ley de Educación Nacional nos permitirá construir un sistema educativo plural y con contenido. Es el inicio de la Argentina con inclusión y recuperación social que soñamos, en donde el Estado recupera su responsabilidad principal e indelegable en la educación.

La ley por sí misma no cambiará la realidad, si no va acompañada de políticas de mediano y largo plazo, que promuevan el cumplimiento de los objetivos de las mismas, sin importar el gobierno de turno, pero la decisión política y el consenso existente implican un profundo cambio estratégico, ese cambio está en marcha.

Durante el 2006 ya se ha avanzado en la implementación de la Ley de Financiamiento Educativo, como recién les decía, sancionada en diciembre de 2005, que prevé las estrategias y los instrumentos para realizar un aumento progresivo de la inversión total en la educación.

Se verificó un incremento en el gasto consolidado de la educación, ciencia y tecnología, que asegura 31.985.000 millones, equivalentes al 5.09 del PBI. Este gasto implica un aumento del 32 por ciento nominal respecto del año 2005. Se pusieron en marcha los mecanismos e instrumentos previstos en esta ley, se filmaron 22 convenios bilaterales entre la Nación y las provincias, que fijan las metas a cumplir y los recursos a asignar en el período 2006-2007, por parte de cada nivel de Gobierno.

Asimismo con el programa de compensación salarial docente se asistió a varias provincias para alcanzar un salario de bolsillo mínimo de 840 pesos en todo el país, para el maestro de grado. Con el último incremento aspiramos a llegar a 1.040, cuando en mayo de 2003 se ubicaba en 278 pesos. Aún me acuerdo cuando tuve que ir a Entre Ríos, con el ministro Filmus, cuando meses y meses estaban los docentes sin cobrar y posteriormente a la provincia de San Juan y así a otras provincias. Hemos incrementado esa cifra de 278 pesos mínimos que ganaba cada docente, en un 274 por ciento. Es decir que más allá de las naturales discusiones existentes en algunas provincias, en el período 2003-2007 los salarios docentes se han triplicado.

En lo que se refiere al Fondo Nacional del Incentivo Docente se realizaron las transferencias para beneficiar a casi 800 mil docentes, con la cuota mensual de 110 pesos por cargo o equivalente y se cancelaron los pagos de las partidas correspondientes a 2004 y parte del 2005.

Durante el 2006 – yo les decía recién – se sancionó la Ley de Educación Técnico Profesional, se constituyó el Consejo Nacional de la Educación, el Trabajo y la Producción con representación de los sectores gremiales y empresarios, y se creó el Registro Federal de Instituciones de Educación Técnica Profesional, en el cual están inscriptos 2.787 instituciones, de las cuales 1.394 son instituciones técnicas y agrotécnicas.

La Ley de Presupuesto para el año 2006 asignó recursos presupuestarios para las universidades nacionales por 3.359 millones. Esto es un incremento del 44 por ciento respecto del 2005.

En el 2006 se incrementó el presupuesto para gastos del funcionamiento de las universidades nacionales, por 80 millones de pesos, y para ciencia y tecnología por 10 millones de pesos.

Se celebraron acuerdos paritarios generales que significan una asignación presupuestaria adicional de 340 millones de pesos, representando una mejora salarial promedio del 34 por ciento para 137 mil docentes universitarios y preuniversitarios y de 28 por ciento promedio para 37 mil no docentes.

En materia científica y tecnológica se concluyó la elaboración del Plan Estratégico Nacional de Ciencia Tecnológica e Innovación Bicentenario, 2006-2010. En el marco de la política de jerarquización de la actividad científica y tecnológica los estipendios promedios de las becas doctorales y posdoctorales que otorga el CONICET, fueron incrementados en 121 por ciento y 117 por ciento. Nuestro querido CONICET, durante tanto tiempo olvidado y que tan importante es para el desarrollo global del país.

En el mismo período el incremento salarial promedio de los investigadores del CONICET fue del 190 por ciento para un investigador asistente, del 100 por ciento para un independiente, del 87 por ciento para un superior. Estas y otras acciones son pruebas contundentes e irrefutables de la prioridad de la educación como estrategia de crecimiento sustentable y racional.

Hemos puesto acento en el fortalecimiento del mercado interno, ayudando a promover la demanda de sectores de menores ingresos con un exitoso efecto multiplicador.

El Consejo del Salario, esa institución fundamental que con nuestro Gobierno volvió a la normalidad; es importante recordar que en mayo de 2003 el salario mínimo era de apenas 200 pesos; en el 2006, con la participación de todos los trabajadores argentinos y los sectores sociales y empresarios, el Consejo lo llevó a 800 pesos.

Una gran parte de nuestra gestión y de los esfuerzos están puestos en mejorar la calidad del empleo. Apuntamos al empleo en blanco, los resultados están a la vista, el crecimiento del empleo registrado se viene acelerando y acumula un 28 por ciento en el 2003. De acuerdo con los datos del sistema integrado de jubilaciones y pensiones, es decir sobre salarios realmente pagados, tenemos un millón más de empleos registrados que los que habían en el mejor momento de la década del 90’.

El Plan Nacional de Regulación del Trabajo es el pilar de esta política de inclusión, sin lugar a dudas la obligación de los empresarios es registrar a sus trabajadores y la del Estado es que la normativa laboral se cumpla. Desde el lanzamiento del plan se controlaron 320 mil establecimientos y se verificó la situación de más de 1 millón de trabajadores, así como la incorporación de 400 nuevos inspectores se recuperó la función de control del Ministerio de Trabajo.

A partir del crecimiento económico hemos avanzado en la transformación de algunos programas asistenciales, en políticas activas de inserción laboral y productivas para la población desocupada. A fines de 2006 más de 790. 000 beneficiarios del Plan Jefes ya se había incorporado al trabajo registrado, gracias a Dios.

El año pasado se puso en marcha el Seguro de Capacitación y Empleo, su misión es generar las condiciones para estimular el traspaso de beneficiarios del Programa Jefas y Jefes de Hogar al trabajo formal, a través de la formación y la orientación en la búsqueda del empleo.

El Programa de Empleo Transitorio en Obra Pública Local, con aportes de materiales, apoyó la construcción de infraestructuras de utilidad comunitaria y productiva. Con la participación de beneficiarios y beneficiarias de programas sociales, desde junio de 2003 se aprobaron 5.800 proyectos, en los que participaron 122 mil beneficiarios, con un aporte total en materiales de más de 147 millones de pesos.

Recuperamos otra institución básica de la seguridad social, el Seguro por Desempleo; se avanzó en la evaluación y rediseño del sistema integral de prestaciones por desempleo; se incrementaron los montos; se amplió el período de cobertura; se concedió, además, una extensión especial de seguro para los trabajadores mayores de 45 años, por un valor equivalente al 70 por ciento de la prestación.

El proceso de recomposición de ingresos también incluyó a nuestros queridos jubilados y a otros sectores vulnerables. Hemos dispuesto 10 aumentos de jubilaciones y pensiones en tres años de gestión, luego de años de congelamiento. La primera suba en agosto de 2003 llevó el mínimo a 220 pesos, a partir de enero de 2007 esa prestación alcanzó los 560 pesos si sumamos los 30 pesos de subsidio que otorgó el PAMI; además por primera vez en quince años hubo un aumento – que fue aprobado por ustedes – en todas las escalas de los haberes jubilatorios.

Por otra parte, se dio respuesta a trabajadores que se encontraban en una situación hasta hace poco sin solución, al tratarse de personas que contaban con todos los años de aportes exigidos, pero no le alcanzaban la edad para jubilarse, fruto de las privatizaciones y demás, resultándoles sumamente difícil la incorporación al mercado laboral para subsistir. Así se creó el Sistema de Prestación Anticipada por Desempleo, un hito en la historia previsional de nuestro país, que ya dio cobertura a más de 70 mil argentinos.

Se restableció la vigencia de los regímenes previsionales especiales para docentes e investigadores científicos y tecnológicos, creando un suplemento destinado a abonar el 82 por ciento del último sueldo recibido.

Hemos diseñado y llevado adelante una amplia moratoria previsional, si precedentes, que permitió que un millón de trabajadores puedan estar incluidos en el sistema. Optamos por el ejercicio de la solidaridad para reparar una injusticia y recuperar la dignidad de los adultos mayores a tener derecho a su jubilación y a su obra social luego de tantos años de trabajo y esfuerzo.

Un párrafo aparte merece la modificación al régimen previsional que posibilita la libre opción jubilatoria, terminamos con la dictadura, los trabajadores pueden volver a optar por qué sistema se van a jubilar.

La verdad que les puedo asegurar que fue un paso con el que siempre soñé, siempre nos dijimos que lo queríamos dar. Creo que es un tema trascendente, tan trascendente que fue apoyado mayoritariamente por este Congreso. El principal beneficio de esta reforma es indiscutible, la libertad de elegir entre el régimen de reparto o el de capitalización; la posibilidad para 15 millones de argentinos de poder elegir qué sistema jubilatorio quieren para su futuro.

Las asignaciones familiares son parte de un sistema que le permite a un trabajador tener asistencia del Estado de acuerdo a la vulnerabilidad de su situación, ya sea por la condición de su grupo familiar como por la condición salarial. En base a esa premisa hemos decidido un reciente aumento del 20 por ciento en los valores de las asignaciones familiares ya en vigencia, y una nueva modificación en las escalas salariales para poder percibirlas. Desde el comienzo de esta gestión las asignaciones familiares han tenido un aumento que van del 80 al 100 por ciento. La seguridad social es el instrumento transparente que tiene un gobierno a la hora de la redistribución del ingreso, de allí nuestro esfuerzo sostenido de poner a disposición de los argentinos los mayores recursos de la economía para quienes más los necesitan.

La tasa de cobertura, que es la cantidad de gente mayor de 65 años que es alcanzada por una prestación de la seguridad social, en el 2002 era del 64.9. Esto significa que 35 de cada 100 abuelos nuestros estaban condenados a la indigencia. Hoy la tasa de cobertura en la Argentina subió a casi 90 puntos, estando cubiertos 9 de cada 10 abuelos.

En todo el territorio nacional pusimos en ejecución una fuerte solidaridad social, trabajando para reconstruir el tejido social destruido por la crisis. En el terreno del desarrollo social también se operan cambios estructurarles.

La caída siempre es instantánea, el retorno a los niveles de dignidad cuesta y es trabajoso. Por cada punto de caída del Producto Bruto en la crisis se necesitan tres del ciclo de crecimiento para reparar el daño causado a la estructura productiva y a la población más humilde. Pero no hay dato cuantitativo que refleje la tarea humana que acompaña cada acción.

La Argentina ha realizado avances en el cumplimiento de los objetivos del milenio, apuntando a erradicar la pobreza extrema y el hambre. En el 2003 y en 2006 redujo prácticamente a la mitad la población bajo el nivel de indigencia, y casi a un tercio a la que está debajo del la línea de pobreza. Y todavía es una vergüenza. Es bueno que lo digan muchos de los que ampararon políticas que nos llevaron a esta pobreza, y a los que hoy les preocupa la pobreza, mucho les preocupa la pobreza, yo creo que les preocupa en serio.

También es bueno que aquellos que no vieron o que callaron cuando se implementaban estas políticas de pobreza, que tenían que haber levantado su voz desde cada fuente de doctrina, como dicen algunos, y no lo hicieron, también es bueno que les preocupe la pobreza. Nosotros, que la hemos bajado a la mitad, seguimos diciendo con total humildad que todavía sentimos vergüenza por la cantidad de pobres argentinos que hay, porque nuestro objetivo es llevarlos a los niveles que los argentinos nos merecemos.

También bajó sensiblemente la brecha entre los ingresos de los hogares pobres y la línea de pobreza de estos mismos hogares, como consecuencia de la mejora en la distribución.

En cuanto a alcanzar la educación básica universal, debe señalarse que la tasa neta de escolarización de niños entre 6 y 11 años creció, desde 1991, del 96.9 por ciento al 98.1 por ciento. Para las salas de 5 años pasó del 57.5 en los años 80 al 90.8 por ciento en la actualidad.

En cuanto a la reducción de la mortalidad infantil la tasa se redujo del 25,6 por mil en 1990 al 13.3 por mil. Las principales causas son afecciones originadas en el período prenatal, malformaciones congénitas, enfermedades respiratorias e infecciosas. Las causas son mayoritariamente reducibles mediante prevención, trabajo, inversión, como una de las asignaturas que nosotros consideramos pendientes, y que esperamos la podamos llevar adelante en el próximo período, fortaleciendo como corresponde la salud pública, los hospitales públicos como el eje rector de nuestra salud, consolidando, por supuesto, la columna vertebral, acompañado por la salud privada pero teniendo definitivamente hospitales públicos que honren a todos los argentinos.

Creemos en la persona con derechos, en la construcción de ciudadanías, no en la persona cautiva, porque no existe oportunidad más importante que participar y comprometerse.

Dejamos atrás las recetas únicas, estamos resolviendo problemáticas que habían sido abandonadas en materia de provisión de agua potable, de la organización de la comunidad, políticas de saneamiento, medio ambiente y viviendas.

Estamos trabajando con inversión social y una política de derechos y de equidad territorial, con la ejecución presupuestaria más alta de la historia, el 97.8 por ciento, de 3.912,7 millones en el 2006.

Estamos instalando capacidades para los que no tuvieron la oportunidad y lo estamos haciendo juntos, el Estado, la sociedad civil participando en las prácticas cotidianas, defendiendo el derecho de los argentinos.

Para fortalecer la política de recuperación de derechos sociales contamos con tres planes nacionales. El plan nacional de desarrollo local y economía social Manos a la Obra fue creado para generar trabajo y desarrollo social en los sectores sociales de menos recursos; cubre estrategias de desarrollo local y regional con proyectos integrales que apuntan a mejorar la competitividad y comercialización de los emprendimientos sociales. En el plan se implementó una combinación financiera de subsidios, de créditos y capacitación, de igual manera se impulsaron para la escala de economía social mecanismos adecuados, para facilitar el compre social y el compre nacional a través del Estado.

En el 2006 se iniciaron 34.950 nuevos emprendimientos productivos, los cuales nos permiten totalizar 67 mil unidades productivas, realizadas por 552 mil argentinos emprendedores.

Alrededor de 17.300 emprendedores productivos se incorporaron al Registro Nacional de Efectores de Desarrollo y Economía Social en el año 2006.

Con la implementación de la reciente Ley Nacional sancionada por el Honorable Congreso de la Nación, la 26117, de Promoción de Microcréditos, se espera seguir expandiendo la inclusión social a los sectores más vulnerables, desde el acceso al crédito sin garantías patrimoniales y con garantías solidarias.

Las cooperativas y talleres sociales del Ministerio de Desarrollo Social confeccionaron en los últimos 15 meses 208.300 guardapolvos, lo que representa casi la tercera parte del total comprado en el año, pasando satisfactoriamente los controles de calidad realizados por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial.

Se crearon además centros integrales para el desarrollo de la economía social, además se dio apoyo productivo con insumos y maquinarias a las cooperativas.

El Plan Nacional de Manos a la Obra invirtió en el 2006, 145 millones de pesos, alcanzando un acumulado desde el inicio de la gestión de 414 millones de pesos.

El Plan Nacional Familias encara, desde el abordaje integral de las familias, diferentes líneas de trabajo, asistencia, contención, protección y promoción de niños, adolescentes y mayores. Actualmente llega con ingresos familiares a 878 mil familias, correspondiendo 503 mil a pensiones y 375 mil a ingresos mensuales familiares, lo que representa en este último caso 1.030.000 de menores asistidos.

La tasa de escolaridad de los grupos alcanzó del 88.6 por ciento al 97.4. En el 2006 se invirtieron 2.660 millones de pesos, incluyendo pensiones y familias, lo que significa un aumento respecto al 2005 del 56 por ciento. Las metas proyectadas fueron cumplidas en el ciento por ciento.

La inversión anual del Plan Nacional Familias fue de 2.951 millones de pesos en el 2006, alcanzando una inversión total en los tres años y medio de gestión de 7.261 millones de pesos.

Para difundir aún más el derecho a una vejez digna se realizaron en todo el país 443 operativos de campo para capacitación, asesoramiento e inicio de pensiones.

El Plan de Seguridad Alimentaria constituye una política de Estado ininterrumpida. En la historia de las políticas nacionales alimentarias por destinas causas nunca había habido continuidad.

Hemos transferido recursos monetarios a las provincias, a los municipios, a los organismos gubernamentales y no gubernamentales por 741 millones de pesos en el transcurso del año 2006, totalizando desde el inicio de la gestión 2.450 millones.

Son más de 7 millones las personas asistidas complementariamente y a través del Plan de Nacional  de Seguridad Alimentaria. Estamos trabajando para que por lo menos el 90 por ciento de las familias reciban tarjetas magnéticas o vales para la compra de alimentos, buscando recuperar la comensalidad familiar, reuniendo y comprometiendo al núcleo familiar en sus vínculos sociales en torno a la alimentación y a la salud.

Esta forma de prestación ya opera en algunos municipios de la provincia de Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Neuquén, Capital,Córdoba Capital, Catamarca, Santa Cruz, Chubut, Entre Ríos, La Pampa, Mendoza, Río Negro, Santa Fe, Tierra del Fuego, La Rioja y parte de Santiago del Estero. Esta modalidad  que ya alcanza el 63 por ciento del país, era impensable en otras épocas donde se usó el alimento como modo de trabajo clientelar.

Se crearon el año pasado 933 cooperativas de trabajo, de las cuales 596 se constituyeron en el marco de planes de emergencia nacional, en coordinación con los ministerios de Desarrollo Social, de Planificación, Inversión Pública y Servicios. Son 9.536 trabajadores cooperativistas. Estas cooperativas, junto a las constituidas en los tres años anteriores, totalizan 3.500, de las que participan aproximadamente 55 mil trabajadores.

En salud este año resulta determinante, porque marca el límite de una experiencia inédita del Plan Federal de Salud 2004-2007, fruto de un acuerdo con todos los gobiernos provinciales. Con él hemos comenzado a revertir el modelo privatizador y centralista, demostrando la conveniencia de la progresiva elaboración de consensos con los gobiernos provinciales y municipales, la planificación concertada los sectores de este sistema, la equidad y la transparente aplicación de recursos, y la consolidación de metas comunes.

Reforzando el sector público hemos empezado a invertir en un sistema que se había centralizado exclusivamente en la atención de enfermedades, nadie se atrevía a cambiar esa estructura. En menos de cuatro años ampliamos las redes públicas de prevención y asistencia con 175 centros integradores comunitarios y 6.433 efectores de atención primaria en todo el país. En consecuencia aumentaron en un 46 por ciento las consultas médicas en los centros de atención primaria y hospitales.

Asimismo estamos reasignando progresivamente más presupuesto para reforzar la infraestructura hospitalaria. En ese sentido ya hemos invertido más de 600 millones de pesos en 40 hospitales de todo el país. Tenemos que invertir muchísimo más, porque el país necesita más y porque al país lo han dejado muy atrasado en esta materia y hay que ir rindiendo las asignaturas pendientes.

El Plan Nacer es una de las principales respuestas operativas para lograr ese objetivo. A fines del 2006 lo extendimos a todo el territorio nacional, invirtiendo más de 1.700 millones de pesos, pudiendo dar coberturas y beneficios 2.500.000 madres y niños menores de 6 años sin obra social.

Nuestra inversión en infraestructura y equipamiento e insumos fue acompañada por un amplio trabajo de capacitación personal y de salud. Es por ello que además de reorientar y reforzar las residencias, junto con las universidades nacionales hemos formado 4.900 profesionales en el uso racional de medicamentos, y también fuimos consolidando el Programa de Médicos Comunitarios, que hoy es el programa más grande del mundo en este tipo.

El Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, verdadero avance en la materia que muestra la madurez del pueblo argentino en su conjunto, brindó acceso gratuito a métodos anticonceptivos a 2 millones de personas. No estamos en contra de ninguna objeción religiosa, sólo nos fundamos en una razón humanitaria: pretendemos que los más pobres también accedan a los productos que se venden libremente en todas las farmacias de nuestro país.

Hoy podemos decir que la Argentina tiene el más alto nivel de acceso a los medicamentos de toda su historia, somos líderes en el mundo en prescripción de medicamentos por su nombre genérico, con un 80 por ciento de las recetas así confeccionadas. Por su parte, el programa REMEDIAR pone al alcance de los más necesitados un bien tan esencial como son los medicamentos. Es el mayor programa de provisión gratuita de medicamentos del mundo, llegando a más de 15 millones de personas.

En orden a otro punto conflictivo derivado de la profunda crisis de la que venimos, el de la renegociación de contratos de los servicios públicos, arribamos a la conclusión de la última etapa. Un pequeño número de renegociaciones restan por discutir. Resulta obvio que una resolución adecuada aportará también al crecimiento sustentable de la economía.

Queda probado que se podían renegociar los contratos sin tener una política claudicante en materia de tarifas y otras concesiones que solían hacerse. Renegociamos los contratos con dignidad, con seriedad, tratando de afectar lo menos posible – creo que lo hemos hecho- el bolsillo de los argentinos. Cuando algunos todavía hoy nos dicen que era la primera materia a resolver. Por eso, señores, creo que es un antecedente vital para todos los argentinos la forma en que se han renegociado los contratos. El Gobierno defendió el interés de los ciudadanos, de los usuarios de los servicios públicos y del pueblo. Se han discutido intereses y el saldo es que ha sido posible arribar a acuerdos sin que el tema tarifario fuera lo central. Con la participación de este Congreso se ha arribado a acuerdos que permitirán dotar de más competitividad a nuestra economía, mejorar los servicios, y eliminar la litigiosidad en todos los casos acordados, fijando reglas claras y estables.

Los acuerdos ya firmados y los que seguramente se culminarán con éxito, refuerzan nuestra postura relativa de que ningún árbitro ni tribunal podrá sustituir la negociación directa de las partes.

El contrato de Aguas Argentinas tuvo que ser rescindido por los constantes incumplimientos contractuales en la prestación del servicio. En consecuencia, cuando la empresa nacional AYSA, Agua y Saneamientos Argentinos Sociedad Anónima, asume el control de la situación, requería de numerosos ajustes y mejoras. Apenas AYSA asumió la prestación del servicio pusimos en marcha el Plan de Acción Inmediata con una inversión de 117 millones de pesos. Para ello se tomaron las medidas conducentes para obtener garantías en la distribución de agua potable con estricto cumplimiento de la normativa vigente. La cuestión de los nitratos ya fue solucionada y toda el agua provista por AYSA cumple hoy con la normativa vigente.

Complementariamente, se ha desarrollado un Plan Quinquenal 2007-2011, y un plan director de saneamiento a 15 años, junto a un nuevo marco regulatorio. A través del Plan Quinquenal nos proponemos realizar una inversión de 5.700 millones de pesos en 5 años para alcanzar en 2011 una cobertura del 100 por ciento de la población servida con agua potable y un 80 por ciento de la población con desagües cloacales, logrando 12 años antes los objetivos propuestos por la ex concesionaria. ¡Miren si podemos los argentinos!

A esta altura ya es posible realizar una comparación de la gestión de AYSA con la gestión de Aguas Argentinas en 2005 como, por ejemplo, el incremento de las ventas por mayor consumo e incorporación de nuevos usuarios, y de los porcentajes de cobranza y en una menor demora en la atención del usuario.

También se incrementó el total de agua liberada a la red en 3,4 por ciento respecto a 2005; el volumen de efluentes cloacales tratados aumentó un 10 por ciento y se implementaron diferentes mecanismos institucionales para el control del régimen público.

En materia de comunicaciones, desde que el Estado nacional retomó la gestión del Correo Oficial de la República Argentina, se han obtenido resultados netamente positivos. No sólo se ha garantizado la prestación del servicio con calidad, sino que se han mejorado las ventas, llegando a superar en un 35 por ciento lo registrado en 2003. El correo dispone de la red más extensa del país con más de 5.400 puntos de venta, atendiendo aproximadamente 200 mil clientes diarios. Hoy el Correo Oficial es el único servicio postal en la Argentina que cuenta con un sistema de gestión de la calidad certificado bajo normas ISO 9001-2000.

El Estado nacional también recuperó la gestión del espectro radioeléctrico a finales de 2003 a causa de reiterados incumplimientos por parte del concesionario. Esta nueva situación generó la percepción de mayores recursos en concepto de recaudación por derechos radioeléctricos.

En el mundo actual, el Estado y los capitales argentinos deben recuperar protagonismo en las áreas críticas del interés nacional.

En agosto de 2006 hemos lanzado el Plan de Reactivación Nuclear por 3.500 millones de pesos, en el cual se incluye el relanzamiento de las obras de terminación de Atucha II, con puesta en servicio estimada en 2009; la finalización del proyecto y construcción del reactor nacional CAREM 25, con un plazo de terminación en 5 años; el impulso a la minería de uranio y la recuperación de la planta de enriquecimiento de uranio; la reactivación de la planta de agua pesada en la provincia de Neuquén, en la planta de ENSI, una empresa con participación mayoritaria del Estado nacional. Paralelamente, dentro de este plan nuclear, se encuentra en pleno estudio y evaluación la construcción de la cuarta central nuclear.

Las acciones que desarrollamos en el campo de la energía suponen un Estado presente y activo articulando y planificando. Un claro ejemplo de ello es la creación de ENARSA, como una empresa testigo que supone la recuperación de la participación del Estado en el mercado energético argentino internacional.

En este marco, ENARSA se encuentra involucrada en una gran cantidad de proyectos con otras empresas asociadas y también está trabajando en proyectos “costa adentro” y “costa afuera”.

ENARSA está generando un banco de datos integral de hidrocarburos de la República Argentina, el cual constituye un instrumento de administración y control de información de carácter estratégico para el país.

Por otra parte, hemos garantizado la provisión de gas natural proveniente del hermano país boliviano por 27 millones de metros cúbicos/día para los próximos 20 años y hemos suscripto con ese país uno de los acuerdos más importantes de los últimos años en materia energética. Este acuerdo es muy importante para el proyecto del gasoducto del Noreste, que Dios quiera que lo podamos licitar prontamente para que las provincias del norte argentino terminen con la ignominia de no tener gas.

Basta ver que a mí me quedó grabada la situación de la provincia del Chaco explotando tubos de gas artificial, garrafas con que la gente se tiene que aprovisionar cuando tenemos ahí nomás el gas que nos puede dar fuerza para la industria y para hacer llegar a Chaco, Formosa, a Santiago del Estero, a todas nuestras provincias del norte argentino, el gas que definitivamente los integre y que le dé la misma posibilidad a todos los argentinos. Es inexplicable que durante tantos años hayan estado de la mano de Dios, justo el noroeste con Bolivia, que es fundamental y central.

ENARSA se hará cargo de la construcción, puesta en servicio y posterior operación y mantenimiento del gasoducto del Noreste, el cual configurará un sistema de transporte de 28 millones de metros cúbicos por día.

Este gasoducto, como les decía, permitirán que las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones, que aún no usan gas natural, puedan incorporarse al mismo y posibilitar que el uso de este fluido pueda expandirse a las aplicaciones tradicionales y alentar la radicación de nuevos emprendimientos industriales o agroindustriales. Es un elemento de transformación y de reconversión para todas nuestras provincias.

En el ámbito internacional, ENARSA cuenta con un acuerdo con Petroecuador para proyectos de comercialización de crudos y derivados y también de desarrollo de campos petroleros; se han concretado trabajos en la República de Venezuela y se están negociando otros acuerdos con la República de Bolivia.

La constitución de la empresa argentina Satelital S.A., ARSAT, con participación estatal mayoritaria, incentivará la fabricación de satélites de comunicación a través de la industria nacional. ARSAT contará con inversiones nacionales y extranjeras y estará en condiciones de brindar soluciones satelitales de las posiciones 81º Oeste, y 72º  Oeste.

Para ello, ARSAT suscribió un contrato con INVAP Sociedad del Estado, que culminará con la puesta en órbita del Sistema Satelital Geoestacionario Argentino planteado hace 5 años y con una inversión asociada de 500 millones de pesos, permitiendo a nuestro país ocupar las posiciones satelitales asignadas, lo que constituye un recurso estratégico, colocando de esta manera, a la Argentina dentro del grupo de países con tecnología e industria satelital propias.

En materia de hidrocarburos se promulgó además la Ley de Promoción de Exploración y Explotación que establece un régimen de promoción en la explotación y exploración de hidrocarburos en áreas donde no hay desarrollo.

También se dictó la Ley de Hidrocarburos que fomentará la ejecución de obras para reemplazar las redes de gas natural; la Ley de Infraestructura Energética y la Ley de Promoción de Hidrógeno, a través de la cual se genera un sistema de financiamiento para promoción de la investigación y la aplicación de hidrógeno como combustible y como vector energético.

La Ley de Biocombustible tiene como objetivo básico el fomento de la producción de biocombustible para el mercado interno y el otorgamiento de beneficios fiscales destinados exclusivamente a sociedades agropecuarias y, fundamentalmente, a pymes agropecuarias y economías regionales. La reglamentación propone parámetros simples para la producción de biocombustibles para autoconsumo, lo cual va a permitir que los propios productores agropecuarios puedan formar distintos esquemas asociativos para proveerse su propio combustible. El objetivo planteado para 2010, implica una producción mayor a los 600 mil metros cúbicos de gasoil y 250 mil metros cúbicos de bioetanol. Adicionalmente, al centrar el programa de biocombustibles en el sector agropecuario, se genera un nuevo paradigma en la distribución de la riqueza ya que podrá participar de la distribución de la renta generada en el sector energético, generando también un nuevo factor dinamizador en ciertas zonas con potencial para incorporarse a la producción agrícola a partir de los “cultivos energéticos”. Porque el combustible no sólo le da mayor valor a los bienes agrícolas que se producen en el país, sino que abre paso a la siembra de nuevas variedades y zonas del país hoy consideradas marginales.

En definitiva, la introducción de biocombustibles en nuestra matriz energética, no sólo tiene enormes beneficios ambientales, sino que nos va a permitir diversificar nuestra oferta energética, disminuyendo el peso del combustible no renovable e incrementando la participación de combustibles renovables.

En el marco del Plan Minero Nacional, la minería alcanzó un nuevo récord histórico de inversiones, con un crecimiento interanual del 56 por ciento. Existen 275 proyectos, hay una inversión prevista de 12 mil millones. El valor bruto de la producción aumentó el 67 por ciento y alcanzamos un récord histórico en las exportaciones con un crecimiento interanual del 71 por ciento para el período 2005-2006.

La exploración del riesgo también se encuentra en niveles históricos con un crecimiento del 19,5 por ciento respecto a 2005.

La minería demostró también ser otro sector capaz de generar empleo genuino y aumentó en un 20,5 por ciento la generación de empleo directo y un 37,1 el empleo indirecto minero en el período 2005-2006.

Nos comprometimos con un plan de inversiones para Yacimientos Carboníferos Río Turbio, la eterna olvidada, a los efectos de potenciar la escala productiva del yacimiento colocándolo tecnológicamente con los más avanzados del mundo en materia, incorporando valor agregado al recurso natural en boca de mina del Yacimiento de Río Turbio y la inclusión del mismo en la matriz energética nacional con el llamado a licitación internacional por 1.506 millones de pesos para una central térmica de 240 megavatios. Se puede con el carbón también.

Un paso fundamental en el fortalecimiento de la Justicia y el mejoramiento de la calidad institucional de la República, fue la reducción a 5 miembros de la composición de la Corte Suprema de Justicia de la Nación con la sanción de la Ley 26.183. ¡Cuántas cosas debimos y debí soportar! Que está buscando seis miembros, que está buscando siete miembros, que está buscando ocho miembros, que está buscando una Corte adicta.

Señores: nosotros, desde el primer día trabajamos para una Corte independiente; desde el primer día queremos que en la Argentina definitivamente se consolide la justicia independiente y el paso de la Corte fue un tema sustancial.

Nosotros lamentamos las especulaciones de aquellos que se acostumbraron a ese tipo de especulaciones mafiosas. Jamás estuvo en nosotros generar una Corte a nuestro buen andar y entender en número o en cuanto a quiénes la integren o en cuanto a la calidad de las personas; por el contrario, tratamos de apelar, cada vez que propusimos un nombramiento, a que tenga las mayores calidades intelectuales para ejercer ese cargo y las mayores calidades de independencia.

Allí está, volvimos a lo que decía nuestra Constitución: la Corte Suprema de Justicia tiene cinco miembros. Yo no sé por qué a veces se escriben tantas cosas sin tomarse un minuto de reflexión.

La nueva composición del Consejo de la Magistratura contribuirá a dotar al organismo de la agilidad y la eficiencia que se tuvo en miras al sancionarse la Ley 26.080. En orden al incremento de la calidad institucional se inscribe la reglamentación, luego de trece años de sancionada la reforma de 1994, de los institutos constitucionales de decretos de necesidad y urgencia, decretos delegados y veto parcial.

También con el objeto de promover el acceso a la justicia de los sectores de más bajos recursos, se habilitaron diversos mecanismos como la Oficina Multipuertas y las Casas de Justicia, que buscan la utilización de métodos alternativos de resolución de conflictos y la prestación de servicios de asistencia jurídica gratuita y atención social.

El respeto y la defensa de los derechos humanos en nuestro país también guían nuestras acciones en el ámbito internacional. Nuestra bandera está muy alta en los foros internacionales donde se trata el tema tan caro para nuestra historia y para la historia de la humanidad. La Argentina fue electa para integrar el flamante Consejo de Derechos Humanos. Junto con Francia nuestro país participó activamente en el proceso de adopción de la Convención Internacional de la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.

Este documento que se inspira en nuestra inmensa tragedia, es el primer instrumento jurídico vinculante de carácter universal que reconoce ese delito como un crimen de lesa humanidad. Debemos reconocer aquí las tareas de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, esa histórica conquista. Nosotros acompañamos ese camino de dignidad que ellas emprendieron.

Se pusieron en marcha ocho Observatorios de Derechos Humanos en diferentes provincias de la República Argentina.

El tema de los derechos humanos también merece un comentario y un análisis acá, en el Congreso de la Nación, ante los ojos, las miradas y los oídos de todos los ciudadanos argentinos y de los representantes del pueblo argentino.

Se habló y se dice que este Gobierno no quiere la reconciliación, que este Gobierno busca venganza, que este Gobierno debe olvidar el pasado para que la Argentina pueda funcionar y que lo que debería hacer este Gobierno es trabajar para el olvido, para no dividir a los argentinos. Y yo les quiero decir a todos los argentinos, a las Madres, a las Abuelas, a los Hijos de desaparecidos, a los perseguidos, cualquiera fuera su idea y cualquiera pueda ser la diferencia que tengamos, que este Gobierno no está contra la reconciliación ni busca la venganza, este Gobierno desea lo que quiere la mayoría del pueblo argentino: reconciliación con justicia, con memoria y con verdad.

Que cada uno asuma su responsabilidad ante la historia. Señores, es un punto de inflexión histórica y es muy importante que haya justicia, que haya memoria y que definitivamente esa triste etapa de la historia argentina, que nos llevó una generación plural, de diversas ideas pero una gran generación de argentinos, nunca más vuelva a ser parte de nuestra historia y que este punto de inflexión que hoy, yo siempre digo, con la vanguardia de Abuelas, Madres e Hijos, se fue inscribiendo, lo honremos.

Yo no quiero venganza, yo no tengo rencores contra nadie, la vida conmigo ha sido generosa por demás, me ha premiado permanentemente, más allá de las distintas cosas que a cada uno le haya tocado pasar; lo que sí me tocó ver como argentino y ahora como Presidente es el llanto largo, el sentimiento golpeado y los brazos vacíos de madres que criaron desde la propia cuna al pibe que hoy no tienen, porque un sinrazón de locos hizo lo que jamás nosotros pensábamos que en una sociedad civilizada podía pasar, nada más. Yo quiero impulsar desde el gobierno que me toca presidir, y creo que ustedes tienen que hacer lo mismo, que haya justicia, que se puedan defender, que no los fusilen en la noche ni los tiren de los aviones; que tengan todas las defensas en juicio que correspondan. Lo único que pido siempre es que tengan cárceles comunes como cualquier delincuente, que es lo que corresponde, que es el derecho más central y esencial.

Por eso pido, ante el Honorable Congreso, a la Cámara de Casación y a todos los jueces, que apuren los procesos, siempre dentro del marco de los términos de la ley. Pero señores, necesitamos que rápidamente también los pasos de la justicia, respetando los términos como digo, se empiecen a hacer sentir. Es hora que todo el esfuerzo hecho por todos empiece a verse claro para generar el marco de la aplicabilidad de la justicia.

Se potenció la política del INADI en aras de la valoración del pluralismo social y cultural, la diversidad y la eliminación de todas aquellas actitudes discriminatorias, xenófobas o racistas.

Se desarrollaron iniciativas orientadas a instrumentar reformas legales e institucionales destinadas al mejoramiento de la calidad y eficacia del sistema penal. Entre otras el cumplimiento de obligaciones internacionales de derechos humanos. El Gobierno Nacional dictó un decreto que posibilita por primera vez en la historia el ejercicio del sufragio de los procesados privados de libertad.

También se promovió la implementación del Mecanismo Nacional de Protección del Protocolo contra la Tortura, mediante la conformación del comité nacional integrado por organizaciones sociales específicas, atendiendo a la gravedad y complejidad del fenómeno en el ámbito carcelario y establecimientos de detención del país.

El 2006 ha sido el año de las concreciones de los juicios por violaciones de los derechos humanos. Recién han aparecido las primeras condenas y una de ellas nos trajo un terrible dolor. La condena del delincuente asesino y torturador Etchecolatz, lo digo como presidente de la Nación, trajo la desaparición de don Julio López, un militante popular que fue a declarar a un juicio. Nosotros estamos haciendo todo lo que podemos por lograr el esclarecimiento y poder ubicar con vida a nuestro amigo, pero es evidente que todavía en la Argentina funcionan, y hay que trabajar fuertemente, cadenas de impunidad. Es evidente que hay algunas instituciones y algunos retirados de algunas instituciones que protegen o permiten que se hagan este tipo de operaciones en la Argentina. No tratemos de disminuir el efecto de una acción de este tipo, que es vergonzante que pase, pero si pasa es porque también cuentan con la complicidad, con seguridad, de algunos que están fuera de las instituciones y por ahí de algunos que todavía están dentro.

Un proceso como vivió la Argentina no se purifica de un día para el otro, por eso tenemos que estar absolutamente atentos, por eso el intento permanente que ha habido también cuando se produjo la desaparición de Jerez, de tratar de decir que había sido una maniobra política. ¿Cómo pueden pensar que los que sufrieron hasta última instancia la falta de respeto a los más elementales derechos humanos, que sufrieron la persecución, la cárcel, que sufrieron todo tipo de vejámenes, pueden estar pensando así? ¿En qué cabeza puede caber que se necesita hacer una operación política de este tipo? Lo que se trata es nada más que de ensuciar. Todos sabemos por dónde camina el rumbo de los responsables y como Presidente de los argentinos pondré toda la fuerza, porque como dije un día no les tengo miedo, sé frente a qué estamos, sé a lo que nos estamos exponiendo, pero como Presidente de los argentinos debo estar al frente de esta batalla de justicia y de verdad y hacer que nuestros testigos puedan acudir tranquilos a declarar. Además todo lo que les ha tocado sufrir.

Por eso les digo que se puede hacer y se puede trabajar políticamente de mil formas, lo que tenemos que hacer los argentinos es que la institucionalidad jurídica legal, la que corresponde, definitivamente esclarezca estos temas. Pero todavía falta, estamos empezando y falta mucho, tengámoslo bien claro. Tenemos que trabajar fuertemente para que las instituciones vuelvan a servir y esta es una tarea de los gobernantes, de ustedes y todos nosotros, porque lamentablemente estas cosas no se dan por casualidad. Pero para aquellos que trabajan en el temor, aquellos que trabajan para el miedo, yo sé que la conciencia de los argentinos va a ser la mayor respuesta, y a cada actitud que quiera genera miedo y temor tiene que estar la reacción racional, responsable y colectiva de que al miedo, al temor y al asesinato se lo vence trabajando en forma conjunta, solidaria y plural para que los argentinos definitivamente podamos gozar de la libertad.

Por eso en este Congreso quiero recordar al amigo López, a la familia de él con quien estuve reunido, diciéndoles que estamos haciendo y vamos a hacer todo lo que podamos llevar adelante. Pero no es casualidad que en la Argentina haya habido 30.000 desaparecidos, todavía quedan algunos gérmenes dando vuelta, algunos adentro y otros afuera, estemos atentos.

El 2006 ha sido el año de la concreción de los juicios por violaciones de los derechos humanos y se produjeron las primeras condenas, que habían sido impedidas por la ley de Obediencia Debida y Punto Final y por los famosos decretos de indulto. También estamos esperando, respecto a los indultos, que la Corte se expida para que tengan toda la constitucionalidad que corresponda. Siempre dijimos que no estábamos de acuerdo con los indultos pero no vamos a cometer ningún error para justificar después lo que algunos quieren que hagamos por ansiedad. Dios quiera que prontamente quienes se tienen que expedir se expidan y saquen la decisión que muchos, la mayoría de los argentinos estamos esperando.

Podemos decir que nos acercamos al imperio de la justicia y el castigo a los genocidas, como reacción, quienes ya festejaban su impunidad, fueron produciendo hechos como los que nombré. Ustedes saben, muchos saben, que en círculos de la política argentina antes del 2003 se conversaba cómo se declaraba la constitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Más de uno intentó golpear la puerta cuando se sorprendieron de que yo era presidente para ver cómo hacían. Era la forma de lograr un acuerdo, un consenso, esos acuerdos que tantas veces se repitieron en la Argentina. Antes de asumir me dijeron que podían solucionarme ese problema y que podía salir la constitucionalidad de la Obediencia Debida y Punto Final -es la primera vez que lo digo pero lo hago ante el Honorable Congreso de la Nación-, que podían sacar la constitucionalidad con esa Corte independiente que había en aquel momento y terminar ese problema para que yo pudiera gobernar tranquilo. Yo les dije “por qué no me lo dejan a mí así puedo sacar un rédito político”. Pude ganar esa semana y pudimos empezar este nuevo tiempo y este nuevo rumbo, pero no tengan ninguna duda que estaba preparado un nuevo gran acuerdo para volver a garantizar la impunidad en la Argentina. Hemos roto esos acuerdos de impunidad y hemos avanzado definitivamente en la búsqueda de la reconciliación con justicia, verdad y memoria.

Algún día, como dicen que todo político escribe su libro, si alguno osa decir que no es cierto colocaré todos los nombres en ese libro. Todos saben más o menos cuáles son, hay de todos los partidos o de casi todos.

En otro orden, se han promovido diferentes medidas y acciones contra el lavado de dinero y financiamiento del terrorismo, como la elaboración del Anteproyecto de Ley de Tipificación de Asociaciones Ilícitas Terroristas y Financiación del Terrorismo, que prevé la modificación del Código Penal Argentino, en cooperación con la Secretaría de la Procuración General de la Nación.

También las modificaciones realizadas en la estructura de la Unidad de Información Financiera, contribuirán a una gestión más rápida y eficiente.

En materia de lucha contra la corrupción la Argentina sigue liderando el proceso de implementación del mecanismo de seguimiento de la Convención Interamericana contra la Corrupción en el continente y en mayo de 2006 fue sancionada la ley aprobatoria de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, proyecto originariamente presentado por el Poder Ejecutivo al Honorable Congreso de la Nación.

Con referencia al atentado de la AMIA, se ejecutaron acciones tendientes a garantizar la investigación del atentado y su encubrimiento y obtener la sanción de responsabilidades. Así la Secretaría de Política Criminal se constituyó en parte querellante de la causa vinculada a los encubrimientos e irregularidades de la investigación. Luego de 6 años de demora en la instrucción y 6 meses desde la presentación del Gobierno como parte querellante, se lograron distintos procesamientos de funcionarios y otros actores imputados, con el embargo de sus bienes.

Las migraciones internacionales han sido consideradas durante el año 2006 como uno de los temas de mayor trascendencia de la agenda internacional, la cual propició el marco adecuado para la presentación de la política migratoria argentina en diferentes ámbitos, logrando un notable apoyo e importante reconocimiento de parte de la comunidad internacional.

En este marco el Programa Nacional de Normalización de Documentación Migratoria, Patria Grande, busca regularizar la situación de aquellos extranjeros que ya se encontraban residiendo en la Argentina y poner en ejecución lo convenido en el ámbito del MERCOSUR respecto al tratamiento de las corrientes migratorias provenientes de los países miembros. Mediante el otorgamiento de una residencia precaria ya se hallan autorizados a trabajar, a estudiar, a ingresar, permanecer y salir de la República Argentina en forma legal más de 323.000 inmigrantes. Asimismo durante el año 2006 se resolvió la situación migratoria de más de 71.000 extranjeros, fuera de lo mencionado en el programa, lo que determina que hay un total de casi 400.000 extranjeros que regularizaron su situación legal cumpliendo acabadamente con los lineamientos que marcan el respeto por los derechos humanos, el interés de la Argentina y los compromisos internacionales asumidos.

En orden a otra importante lucha, tomando el total de incautaciones de estupefacientes que produjo el sistema estatal, que incluye la actuación de las Fuerzas de Seguridad y la Dirección General de Aduanas en investigaciones sobre el narcotráfico, el crecimiento de los secuestros de cocaína del último año con respecto al 2005 fue del 37 por ciento y el del marihuana ascendió al 177 por ciento. No obstante las mejoras, sigue siendo una materia cada vez más preocupante, de modo que merece el esfuerzo constante y renovado de toda la población y todas las instituciones.

En materia de defensa conducimos un proceso integral de modernización del sector, cuyo objetivo primordial es afianzar la conducción civil priorizando el fortalecimiento de la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas así como la consolidación de su inserción.

Luego de 18 años se reglamentó a través del decreto 727/06 la Ley de Defensa Nacional, central para alcanzar una necesaria planificación conjunta en materia de organización, despliegue geográfico, entrenamiento, y adquisiciones de armas y equipos, fortaleciendo de manera significativa el rol del Estado Mayor Conjunto. Se determina claramente como responsabilidad primaria de las Fuerzas Armadas la defensa de nuestra soberanía y la integración territorial ante agresiones militares estatales y la no intervención en cuestiones de seguridad interior.

Por primera vez desde la reinstauración democrática, el Poder Ejecutivo Nacional emite instrucciones precisas sobre cuestiones de despliegue, organizaciones y misiones, así como prioridades en materia de capacidades y servicios.

También por primera vez desde la sanción de la Ley de Defensa Nacional se reunió el Consejo de Defensa Nacional para la elaboración de un diagnóstico de la situación estratégica nacional.

Se encuentra también avanzado el proceso de traspaso del Comando de Regiones Aéreas a la esfera civil, contribuyendo a su profesionalización y adaptación a los estándares internacionales. En esta dirección fue transferido el Servicio Meteorológico Nacional a la órbita del Ministerio de Defensa.

A fin de proveer el adecuado alistamiento de los medios materiales y humanos de las Fuerzas Armadas, y a una transparente y eficiente gestión, hemos tomado numerosas iniciativas.

Se destacan la constitución del Comité de Política Presupuestaria, para incremento de la transparencia en la elaboración y control del presupuesto de la jurisdicción y el establecimiento del sistema integral de gestión de inversiones para la defensa. Cuenta allí también la modernización del régimen de importación de material bélico secreto. Se realizó la primera auditoría externa del estado del material aéreo de las Fuerzas Armadas. Hemos creado el Plan de Equipamiento Conjunto para operaciones de mantenimiento de paz. Se concreta la adquisición de 11 radares para el control del tránsito aéreo para ser desarrollados y construidos en el país por la empresa INVAP.

Estamos adaptando los procesos educativos del sector a las nuevas exigencias del contexto nacional e internacional, procurando integrar las Fuerzas Armadas al sistema educativo nacional; informar contenidos y metodologías y profesionalizar a los responsables civiles de la defensa. En esta línea se convocó al Consejo Consultivo de la Reforma Educativa de las Fuerzas Armadas.

Se han implementado un conjunto de medidas destinadas a incorporar la temática de los derechos humanos en el diseño e implementación de las políticas del sector.

Es esencial destacar la redacción de un proyecto integral de reforma del sistema de la justicia militar. Concretamente la reforma impulsa la eliminación del fuero militar, otorgándoles a los militares la posibilidad de ser juzgados por jueces comunes en pie de igualdad con los demás ciudadanos, la erradicación definitiva de la pena de muerte del ordenamiento jurídico argentino y el establecimiento de un sistema disciplinario compatible con la plena vigencia de las garantías del  debido proceso.

En esa misma línea se adecuaron las condiciones de ingreso y permanencia a las Fuerzas eliminando requisitos que impedían el acceso de mujeres con hijos e interrumpían la carrera de quienes resultaran embarazadas. Se ha restablecido el pleno derecho de los padres a reconocer a sus hijos, derogando un impedimento vigente y se sacaron exigencias que basándose en características meramente estéticas, hacían de los requisitos de ingreso a las instituciones militares un caso concreto de discriminación por motivos inadmisibles en un contexto democrático respetuoso de la dignidad humana.

Por otra parte, se ha trabajado como parte de la política de los derechos humanos con especial atención la perspectiva del género. Por primera vez se instaló un observatorio sobre situación de las mujeres en las Fuerzas Armadas y se desarrollaron innovaciones específicas con el Consejo Nacional de la Mujer.

A fin de consolidar la región como una verdadera zona de paz y democracia, Argentina continúa participando activamente con contingentes y observadores y operaciones de paz bajo el mando de las Naciones Unidas.

Se destaca la actuación de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití, donde además de brindar el entorno de paz que facilitó el desarrollo de las elecciones libres conducentes a la normalización institucional del país, se colaboró con la población civil. También es de destacar la conformación de una Fuerza combinada con Chile que operará en dichas misiones, hecho sin antecedentes en la  historia de la región.

En el ámbito de política exterior este Gobierno ha mantenido firme y sostenidamente la inclaudicable defensa de interés nacional, la protección de la soberanía nacional, la defensa de la democracia, el respeto a los derechos humanos fundamentales, una vocación genuina por el desarme y la no proliferación y la condena a la amenaza de terrorismo.

En lo que respecta a la disputa de la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sandwichs del Sur y los espacios marítimos insulares correspondientes, la Argentina no cederá en su legítima aspiración de recuperar el ejercicio de esa soberanía por medios pacíficos como lo dispone la Constitución Nacional.

Por ello reiteramos nuestra más firme voluntad de diálogo para resolver la disputa de soberanía. La cuestión de Malvinas fue objeto de especial atención en el año 2006 y lo será en el 2007 como lo refleja la presentación del caso por parte del Canciller ante el nuevo Secretario de la ONU. La acción diplomática fue intensa y las acciones revelan que nuestra voluntad negociadora está imbuida de una gran voluntad pacífica.

Como miembro no  permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y en ejercicio de su presidencia, mantuvimos siempre una actitud responsable y consistente en nuestra vocación de paz, fortaleciendo el multilateralismo y los mecanismos de seguridad colectiva, al tiempo que todas nuestras acciones diplomáticas fueron orientadas a la prevención de la resolución de conflictos.

En todo momento la acción argentina se orientó a mejorar el desarrollo de las tareas del Consejo de Seguridad en dos cuestiones fundamentales, las operaciones de paz y el proceso de toma de decisiones, con el fin de volverlo más transparente y democrático para toda la comunidad internacional.

En el ámbito de la Organización de Estados Americanos se aprobó por consenso la resolución sobre el Derecho a la Verdad presentada por la Argentina. Esta resolución implica un aporte de nuestro país al Sistema Interamericano de Protección y Promoción de los Derechos Humanos.

Nuestro apego hacia la paz se expresa también en el compromiso con el desarme y la no proliferación. La Argentina ha planteado en forma muy clara en los foros internacionales su posición de respeto al derecho inalienable de cada país a desarrollar un programa nuclear con fines pacíficos, principio consagrado en el Tratado de No Proliferación y al mismo tiempo la obligación de cooperar con el Organismo Internacional de Energía Atómica en la aplicación de su sistema de salvaguardias.

Para nosotros la integración latinoamericana es parte indisoluble de nuestra política exterior. Nuestra aspiración de integración, de reducción de nuestras desigualdades, de lucha contra el hambre y la pobreza, también son objetivos que se comparten con los países hermanos de nuestra región.

El Mercado Común del Sur constituye el eje central de la proyección de las acciones no sólo económicas sino también políticas institucionales y sociales de nuestro país hacia la región. El MERCOSUR constituye el eje de la integración regional de nuestro país. Consideramos al MERCOSUR como una verdadera esperanza para nuestro continente.

Nuestras acciones se orientan hacia la consolidación y al progreso del bloque, tanto desde el punto de vista comercial como institucional y social.

Si queremos formar parte de un proceso de integración regional sudamericano que evolucione en forma sólida y dinámica, necesitamos profundizar y extender el MERCOSUR. La incorporación de Venezuela constituye un importante camino.

En la Argentina entendemos que los binomios integración y desarrollo y democracia y derechos humanos se protegen y retroalimentan mutuamente al tiempo que permiten luchar contra la pobreza e inequidad.

La agenda del MERCOSUR ha incorporado con justicia el tema de las asimetrías. En el 2006 se han aprobado y puesto en marcha los fondos estructurales que constituyen el primer fondo comunitario para financiar el desarrollo y la cohesión socil en los países de menor  desarrollo relativo.

En cuanto a los países más cercanos en la geografía y en el afecto desde el punto de vista bilateral, la Argentina fortalece su relación con Brasil, profundiza su integración con los países del MERCOSUR y la sociedad con Chile. También acompaña al proceso democrático en Bolivia y multiplica sus acuerdos con Venezuela y avanza en el potencial de su relación con México. Con Paraguay, Perú, Ecuador y Colombia estamos recobrando un dinamismo acorde con nuestros más altos niveles históricos.

Hemos afianzado también las relaciones con otras regiones del mundo a través de una agenda de trabajo destinada a fortalecer la inserción de la Argentina en el mundo, promover el acceso a nuevos mercados de destino de exportaciones para lograr los objetivos de complementación industrial.

No podía concluir sin referirme a la circunstancia de que la Argentina y el Uruguay mantienen una controversia generada por los proyectos de producción de pasta celulosa e instalación conexa sobre la margen izquierda del río Uruguay, que es un recurso compartido entre ambos países. Dicha controversia se suscitó en razón de que el Uruguay autorizó unilateralmente la construcción de las plantas proyectadas en abierta violación de un tratado bilateral entre ambos países, el estatuto del Río Uruguay de 1975 y las demás normas de derecho ambiental a las que este reenvía.

A principios del año 2006, tras cumplirse el período para las negociaciones bilaterales tendientes a lograr una solución de la controversia, sin haberse llegado a un acuerdo, quedó habilitado el recurso en la Corte de Justicia de La Haya, previsto en el artículo 60 del Estatuto.

Ambas Cámaras del Congreso aprobaron declaraciones en las que mantuvieron su apoyo para que, en caso de resultar necesario, el Poder Ejecutivo Nacional sometiera a la Corte Internacional de Justicia este diferendo con la República Oriental del Uruguay.

Hace un año atrás en mi discurso de apertura de las sesiones ordinarias de este Honorable Congreso de la Noción, exhorté a mi par, el doctor Tabaré Vazquez, a negociar para encontrar una solución acorde. El encuentro de Santiago de Chile el 11 de marzo de 2006 pudo haber constituido el punto de partida para la solución del diferendo, sin embargo las negociaciones que tuvieron un inicio auspicioso lamentablemente se interrumpieron cuando la República Oriental del Uruguay decidió poner fin al diálogo bilateral.

El fracaso de estos múltiples esfuerzos de diálogo, en el contexto de una construcción continuada de la plantas proyectadas -o de la planta proyectada, debemos decir que ENCE aceptó hacer la relocalización- no dejó a la Argentina otra opción que la de hacer valer sus derechos ante la Corte Internacional de Justicia, en tanto instancia internacional competente.

Paralelamente, no obstante este procedimiento existente, existen esfuerzos argentinos para encontrar una solución negociada bilateralmente que sea compatible con el Estatuto de 1975. Durante la última Cumbre Iberoamericana en Montevideo celebrada en noviembre de 2006 solicité a Su Majestad, el Rey de España que interviniera para acercar a las dos partes a fin de intentar una negociación para la solución del diferendo.

La Argentina agradece profundamente la generosa aceptación de esa solicitud por parte de su Majestad, el Rey de España y el inicio de la tarea de acercamiento entre las dos partes por parte de su representante el embajador Yáñez Barnuevo. La Argentina ha manifestado su confianza en esta misión de facilitación que se encuentra en pleno desarrollo y que no excluye la continuación del procedimiento ante la Corte Internacional mientras no se haya logrado un acuerdo.

Señores: es un tema al que debemos prestar mucha atención. Nosotros estamos reclamando con justicia. No hemos sido los que hemos violado el Tratado del río Uruguay. Nos duele en el alma realmente no encontrar una voluntad negociadora para relocalizar y alcanzar un punto de acuerdo que sintetice los intereses de los dos países. Es muy difícil negociar cuando se dice: “se hace esto o nada”. Hermanos uruguayos, a quienes tanto queremos, ¿cómo se hace esto o nada? Hagamos algo que nos contenga a todos. Esa es la práctica de la hermandad.

Creo que en términos históricos con esa actitud están cometiendo un error estratégico y nosotros los argentinos seguiremos en el marco de la amplitud de la defensa del derecho del medio ambiente, del respeto al Tratado del río Uruguay, llevando en todos los foros la defensa de lo que consideramos legítimo, absolutamente legítimo y por supuesto también ante la instancia de la Corte de La Haya a la cual hemos llegado. Pero la teoría del hecho consumado puede servir para un tiempito, para un tiempo más largo, pero no para todos los tiempos. Para todos los tiempos hay que trabajar en el sentido de hermandad. Artigas, San Martín, Belgrano, Moreno y tantos próceres marcan ese rumbo.

Por eso nosotros siempre en paz, sin provocar, con hermandad, tratando de que se comprenda que tiene que haber y que espero que podamos encontrar el diálogo necesario para resolver este tema. Desde la Argentina, desde el Gobierno argentino, la mayor de las humildades. Ahora, cuando el hermano presidente de la República uruguaya dice que quiere negociar, yo le digo acá desde este Congreso: negociar es otorgar, conceder verdades relativas, buscar intereses que nos contengan a ambos países, querido Tabaré. Negociar haciendo solamente lo que ustedes creen que hay que hacer, por más buena fe que tengan, es acatar, no es negociar, dialogar. Nosotros queremos dialogar, negociar, paz y hermandad entre Uruguay y Argentina.

En materia de promoción comercial la exitosa evolución argentina en los mercados externos en forma continuada a partir del 2003 fue el resultado de una gestión proactiva y estratégica que reacomodó nuestro perfil externo y que permitió exportar mejor. Está cambiando la estructura misma de nuestras ventas al exterior. El crecimiento conjunto del sector manufacturero ya representa dos tercios de nuestras ventas totales al mundo.

Asimismo se han diversificado los actores y se multiplicaron los mercados de destino. Miles de pequeñas y medianas empresas se incorporaron cada año al sector exportador, lo que incorpora a cientos de miles de trabajadores al proceso y una participación cada vez mayor de las distintas economías regionales.

En este contexto merece destacarse el trabajo conjunto que vienen realizando los sectores público y privado. El Estado cumple hoy un rol de facilitador de las actividades de los exportadores al tiempo que brega por introducir el auténtico cambio de evolucionar hacia una postura decididamente proactiva en el proceso exportador.

La protección de un ambiente sano está en el centro de nuestras políticas de Estado. Asumimos el compromiso de convertir el desarrollo sustentable y el cuidado del ambiente en una verdadera política de Estado, incorporando definitivamente la dimensión ambiental a las acciones del Gobierno, a todos los niveles del Gobierno. Así lo refleja el fortalecimiento institucional dado a la Secretaría de Ambiente y el incremento de su presupuesto que hemos quintuplicado, mientras duplicamos el del Consejo Federal del Medioambiente.

Con provincias y municipios instrumentamos políticas destinadas a la reconversión industrial hacia modelos de producción limpia. Abordamos con visión estratégica la situación ambiental crítica de la Cuenca Matanza-Riachuelo, encarándola en forma integral, creando a tal fin por Ley 26.168 la autoridad de la Cuenca Matanza- Riachuelo como ente de derecho público interjurisdiccional en el ámbito de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable.

En forma conjunta con el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ejecutaremos el plan integral de la Cuenca Matanza- Riachuelo.

Hemos enviado para su tratamiento a este Congreso un proyecto de ley de presupuestos mínimos ambientales para la protección de los bosques nativos y un proyecto estableciendo los presupuestos mínimos sobre el procedimiento de evaluación del impacto ambiental.

Hemos consolidado una gestión de Parques Nacionales, basada en una concepción profundamente humanista de la conservación del patrimonio natural y cultural como potentes motores del desarrollo local, convencidos de que este desarrollo debe ser ambientalmente sustentable, culturalmente diverso y socialmente equitativo.

El presupuesto de administración de Parques Nacionales sufrió un incremento del 270 por ciento durante este Gobierno. Se han invertido en distintas áreas más de 300 millones de pesos en obras de infraestructura.

Respecto de las transparencias en las compras gubernamentales se lanzó el Portal de Contrataciones del Estado Nacional “Argentina Compra”, disponible para proveedores que desean abastecer al Estado y ciudadanos que quieren ver y controlar cómo se administran los fondos del Estado. Además se estableció la obligatoriedad del uso del sistema electrónico de contrataciones para esta operación directa por trámite simplificado. Este sistema es una herramienta tecnológica avanzada que nos permitirá efectuar la gestión de compras íntegramente a través de internet, permitiendo el seguimiento del estado de avance del proceso de contratación.

En materia de empleos públicos se homologó el convenio colectivo de trabajo general de la Administración Pública Nacional, y a través del Decreto 2031/06 se define un pasaje gradual de los contratados por decreto 1184/2001 al régimen del decreto 1421/2002, permitiendo su acceso a la obra social, a aguinaldo, jubilación y vacaciones.

Se puso en marcha la Comisión de Administración del Fondo Permanente de Capacitación y Recalificación Laboral, que contribuirá a fortalecer las capacidades laborales del empleado público.

Se puso en marcha la firma digital, iniciativa tendiente a “despapelizar” los trámites con importantes reducciones de tiempos y costos.

La reconstrucción del tejido de solidaridad social, dañado por las políticas de ajuste estructural implementadas en la última década del siglo pasado, es una condición necesaria para recrear los vínculos comunitarios, fortalecer las capacidades expresivas y generar una cultura democrática, plural y participativa. Por ello hemos procurado implementar un modelo de política cultural que contenga pero al mismo tiempo supere la diversidad de manifestaciones sociales y artísticas que existen en el país. No sólo se trata de democratizar el acceso a la cultura, sino de fomentar las capacidades creativas de nuestro pueblo. En este sentido las acciones desarrolladas en materia de política cultural tuvieron el objetivo de incorporar a los sectores más vulnerables de la sociedad e incorporar un criterio federal, ampliar la ciudadanía y revitalizar nuestra identidad como Nación.

Así, por ejemplo, a través del Programa Cultural de Desarrollo Comunitario se otorgaron subsidios para el financiamiento de proyectos culturales de organizaciones sociales sin fines de lucro, que trabajan para transformar la realidad social a través de la cultura.

También y con el fin de apoyar los procesos de revalorización de las culturas indígenas en el país se otorgaron subsidios para las comunidades indígenas.

Por otra parte, y por primera vez, todos los ciudadanos pueden acceder a través de Internet al mayor compendio de información cultural en formato electrónico, realizado en el país, lo cual fue posible a través del Sistema de Información Cultural de la Argentina.

Nos encontramos a sólo tres años de cumplir los 200 años de instalación de nuestro primer Gobierno Patrio. En este marco implementamos un conjunto de acciones que contribuyen a revitalizar nuestra identidad nacional, que incluyen el debate público, la reflexión colectiva acerca de los cambios históricos y también acciones como la transformación del edificio del Palacio de Correos y Telecomunicaciones en el Centro Cultural del Bicentenario.

Como vemos es mucho lo que hemos podido concretar los argentinos, tanto que es imposible resumir en un discurso por largo que éste resulte.

Está claro que nos estamos alejando de lo profundo de la crisis, como está claro que debemos continuar la reconstrucción institucional y económica, sin caer en otra crisis, obteniendo la sustentabilidad. Argentina necesitaba un nuevo rumbo, un cambio profundo de su política y de su cultura. Debemos andar esta sostenida acción de Gobierno a favor del bienestar del pueblo, desplegando todo nuestro potencial para sobreponernos a las dificultades.

En el camino de la concreción de este formidable trabajo que venimos entre todos realizando, se han ido cayendo los tabúes ideológicos que nos condenaban a las recurrentes crisis.

Argentina puede crecer y redistribuir, demostrando que no hay conflicto entre más equidad y más crecimiento. Argentina puede crecer e incrementar las inversiones sin el tutelaje de los organismos multilaterales. Argentina puede crecer y concretar profundas y estructurales reformas. Argentina pudo planificar y concretar obras que mejoran su infraestructura y le otorgan más competitividad, a la vez influyendo positivamente en el ciclo económico.

Esta Argentina con crecimiento sustentable, trabajo, producción nacional e inclusión social, es la contracara de la Argentina de la crisis recurrente que estamos dejando atrás.

Forzoso es destacarlo, así como la estabilidad permite que progresivamente los sectores que menos tienen vayan recuperando ciudadanía y mejorando su participación en los ingresos al obtener el trabajo y discutir salarios, las crisis facilitan la concentración y el fortalecimiento de los poderosos.

En las crisis, ejecutando fenomenales ajustes, los sectores más concentrados de la economía y sus propagandistas obtienen fenomenales ganancias e incrementan su participación en la distribución del ingreso. En esas crisis la experiencia ha enseñado que las recetas aconsejadas por el Fondo Monetario Internacional no han sido sino herramientas para que esos sectores pudieran concretar las medidas que los favorecen so  pretexto de un supuesto aislamiento internacional del país.

En las crisis logran medidas que no pueden ser discutidas ni demoradas. Acá hubo leyes que se votaron los domingos y los sábados, supuestamente para la salvación nacional. Ah, mejor no recordarlas.

Pero esas recetas salvaban a los poderosos y hundían al pueblo. Este crecimiento de la República Argentina muestra que existe otro camino. Cuando los políticos aplicaban aquellas recetas sumaban pérdida de credibilidad y deslegitimaban a la política y a las instituciones. Cuando como hoy se defiende los intereses nacionales y se endereza a la política a trabajar por la felicidad del pueblo, las instituciones recuperan legalidad y legitimidad y la política se reconcilia con la sociedad.

Cuando algunos hablan de calidad institucional… ¡Calidad institucional! Señores, para construir la calidad institucional que estamos construyendo, y claro que estamos partiendo de menos cincuenta, no hay mayor calidad institucional que poder educarse, poder trabajar, poder comer, poder tener libertad, poder tener respeto a los derechos humanos, poder tener derecho a trabajar, poder tener derecho a soñar.  ¿De qué calidad institucional me hablan? ¿De esa Argentina que votaba las leyes que pedía el Fondo, de esa Argentina que condenó a millones de argentinos a la pobreza, de esa Argentina que condenó a nuestros jubilados al hambre permanente, después de haber trabajado una vida, de esa Argentina que trabajó y generó leyes para salvar a los bancos sobre los argentinos? Todos ustedes lo saben y lo saben los argentinos. ¿Esa es la calidad institucional? La calidad institucional con acuerdos entre amigos para tratar de forzar y salvar intereses de unos pocos contra los intereses de muchos. ¿De qué estamos hablando de calidad institucional cuando hablamos, de la Corte Suprema que teníamos o de cómo se movían las corporaciones de jueces, que todavía algunos lo siguen haciendo, esa era la calidad institucional?

Señores, amigos y amigas argentinos: estamos construyendo la calidad institucional, claro que nos falta, pero la estamos construyendo y estamos devolviendo los derechos básicos que los argentinos nos merecemos. No un Gobierno, están ganando los argentinos los derechos básicos que se merecen, lo están ganando los argentinos por su propia dignidad, por su capacidad de resistencia y por su apego a la lucha por un mejor país. Esta es la realidad, ningún sector en particular tiene en sí mismo la paternidad de determinadas situaciones y de determinados hechos que se van dando, somos todos los argentinos.

Nosotros lo que queremos es que este tiempo de la historia sea recordado como el resurgir de un nuevo amanecer, donde la Argentina empezó a pensar que se podía soñar. Pero como se está saliendo del infierno, y esperamos salir el 10 de diciembre de 2007, hay que salir del infierno primero y ya vendrá el purgatorio, donde con toda la visión estratégica que tenemos discutiremos y debatiremos todas las ideas estratégicas. Pero para salir del infierno, donde se nos cae un argentino y se nos caían millones de argentinos todos los días, había que superar esa situación.

Yo el día que llegué a la Casa de Gobierno, el 26 de mayo de 2003, a gobernar ya, después del 25 de mayo, ya me había pasado el 25 de mayo que cuando cerré la puerta y me quedé con Cristina y mis hijos dije: “Y ahora qué…” Esta es la verdad, por eso cuando veo que algunos cobardes descalifican a mis pobres pibes que viven como cualquier chico normal, pobres chicos lo que tienen que aguantar, soportar y acompañar a los padres, a veces, cuando damos estas luchas por convicciones e ideas y ustedes lo saben bien. Pero la realidad concreta es que el otro día tuve que recibir a todos los mandatarios y después había cien mil personas en la plaza, movilización acá, movilización en una Argentina que estaba ardiendo. Ustedes saben bien que estaban todas las materias pendientes, que no se habían resuelto, se había hecho un camino de llegar por la institucionalidad, pero había que resolver todas las materias pendientes. Yo no sabía si iba a durar un día, dos, tres o cuatro, pero siempre lo dije y lo diré: nunca en mí iban a ver un presidente renunciando, claudicando o escapándose en helicóptero, sino luchando allí, desde ese sillón que me había dado el pueblo argentino para pelear por los intereses de la Patria.

Y desde el primer discurso que pronunciamos en este recinto, cuando asumí el 25 de mayo de 2003, y mirando los hechos, me resulta evidente que en nuestro caso gobernar, más allá de los aciertos y errores propios de toda tarea humana, perfectible, ha sido una muestra muy fuerte de coherencia. Confrontar lo dicho con lo hecho exige honestidad intelectual por parte de quien lo ha dicho, pero también por parte de los que se dedican a criticar. Nosotros siempre elegimos ponernos del lado de los intereses de la gente, y en cada solución nos desvelan los resultados que obtendremos en esta lucha por recuperar un país. Así gobernamos y los hechos demuestran que el estado de la Nación ha mejorado ostensiblemente en todos estos años.

Estamos a la puerta de un nuevo país y depende de nosotros que forjemos un modelo que no esté atado a rígidas recetas enlatadas, un modelo donde el eje de la definitiva recuperación sea el trabajo.

Tenemos la obligación y el desafío de consolidar un país integrado y justo, en el que todas las regiones tengan las mismas posibilidades, un país capaz de destacarse por la calidad de su producción, con las reglas claras, con empresarios innovadores y creativos, conectados al mundo, pero defendiendo dignamente sus intereses; un país donde los hijos puedan vivir mejor que sus padres, sobre la base de la igualdad de oportunidades y el esfuerzo propio; un país que se oponga a las falsas dicotomías que generen inútiles y desgastantes enfrentamientos, una Argentina en que no valga la pena querer o buscar el fracaso del otro y donde el desafío sea la continua superación.

Hemos concretado en el tiempo en que se nos ha responsabilizado con la iniciativa política, con la casi totalidad de planes y proyectos – y aún más- con los que fuimos a la lucha electoral. Juzgados desde la perspectiva del bien común, el funcionamiento pleno del estado de derecho, la vigencia de una efectiva democracia, la correcta gestión de los asuntos de Gobierno, el ejercicio del poder político a favor del bienestar del pueblo, sentimos que hemos cumplido.

Nuestro sueño es poder expresar al final del mandato que nos encontramos en las puertas mismas del purgatorio, con las esperanzas puestas en la consolidación de una nueva Argentina. Este sueño esperanzado es el de la misma materia de los sueños de nuestros patriotas fundadores, de nuestros abuelos inmigrantes, de nuestros pioneros, de nuestra generación que puso todo. Hacerlo realidad, con la ayuda de Dios, es tarea de todos.

La Argentina tiene una gran posibilidad. Nosotros, los que hacemos política, tenemos que ir a elecciones permanentemente y tenemos que rendir cuentas de nuestras cosas. Hay muchos que si los analizamos a lo largo de la historia y si nos ponemos a analizar los últimos 30 años, que tienen la noble misión de escribir y que no van a elecciones, no todos, pero hay muchos que no resisten el archivo. Y ustedes saben que no resisten un archivo, han ido escribiendo como el viento venía o de acuerdo con los intereses que debían representar.

Por eso es muy importante que la democratización llegue a todos lados, y que todos nos hagamos responsables de todo, la construcción democrática es una responsabilidad de todos. A mí me dicen: “callate la boca, no hablés, no digas esto”. Yo digo, como no les tengo miedo a aquellos, tampoco les tengo miedo a los que escriben. Con afecto, con cariño les digo: ustedes también son parte de la Argentina, hay que pensar que es bueno que nos vaya bien también, y hay que tener un sentido de crítica constructiva. No puede ser que todo se haga mal, que todo esté mal o que se escriban cosas que no tengan nada que ver con la realidad, porque está visto el acompañamiento del pueblo argentino a los que escriben algunas cosas.

Por eso quiero también decir en esta Asamblea que todos debemos hacernos autocríticas, todos debemos ser humildes, todos debemos corregir cosas, todos hacemos cosas que seguramente, de seis o siete cosas que hacemos diarias, nos equivocamos en la mitad de ellas. Le pasa al Gobierno y les pasa a ustedes, porque hay algunos dirigentes que también tienen anteojeras, que creen que hacen todo bien y que son la perfección en sí misma. Y ustedes saben que así lo dicen, y ese es otro error que no ayuda a la consolidación de una democracia de calidad porque la calidad institucional tiene que tener una oposición con propuestas, una oposición con capacidad de debate, con proyecto estratégico, que pueda superar la calidad de los agravios y que pueda levantar la bandera de las ideas, como las levantaron Moreno, San Martín, Yrigoyen y Perón, con todas sus fuerzas.

Y como también marcan con claridad que se puede ser oficialista con ideas y con crítica constructiva y con construcción estratégica, ustedes verán, y algunos se ponen nerviosos por eso, que a veces en el oficialismo hay sectores que piensan diferente. Bienvenidos, porque tendremos todos la riqueza intelectual para aportar un proyecto superador. Dicen “cómo puede ser que piensen diferente”, me critican diciendo que soy autoritario y después se enojan cuando piensan diferente, es incomprensible, son las ganas de criticar por criticar, qué se le va hacer, son así.

Es así, pensamos cosas diferentes, y obviamente que también en nuestra oposición es bueno que entre ellos mismos piensen cosas diferentes y elaboren, pero es fundamental que establezcamos el debate de ideas, sin la agresión y sin la descalificación. Acá no es una cuestión maniqueísta de buenos y malos, sino de construir la Argentina, esa Argentina que nosotros necesitamos.

Les agradezco profundamente que hayan escuchado con tanto respeto este discurso tan largo, para mí extremadamente largo, pero tengo que cumplir con los preceptos constitucionales, no sea que baje la calidad institucional.

También quiero decirles de corazón que tenemos más ganas que nunca, más fuerza que siempre, y que por una clase trabajadora fuerte, por empresarios nacionales creciendo, con una clase media con movilidad ascendente, porque nuestros hijos estén mejor que nosotros, y que con una mano solidaria nos podamos tomar para construir la Argentina con fuerza, aún pensando diferente. No importa, hoy gobierna uno y mañana gobierna otro, eso lo decide el pueblo argentino, lo importante es que el que no le toca gobernar pueda cumplir con la tarea de control de la oposición, que es lógica y perfecta, pero que también sea un perfecto espacio elaborador de ideas, que salga de la crítica destructiva para tener la oposición constructiva que le hace falta a la Argentina, para construir una Argentina con matices, que exprese realmente las posiciones que tenemos ante la realidad argentina.

Es hermoso poder pensar diferente, cuánto luchamos por poder pensar diferente. Demos el debate, con altura, con nivel, con propiedad, con dignidad intelectual, para que los argentinos empiecen a sentirse orgullosos de nosotros, de que definitivamente la clase política argentina, en sus diversas calidades, ha empezado a crecer.

El primer ejemplo lo está tratando de dar el Gobierno, con todas sus limitaciones, le tendemos la mano también a ustedes, para que juntos, con las limitaciones de ambos, podamos encontrar la síntesis que los argentinos merecen. Muchísimas gracias.

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