Queridos hermanos, hermanas, compañeras y compañeros: veo hoy en los rostros de ustedes las caras de miles y miles de amigos y compañeros que hoy no están, pero que militaron conmigo en esa gloriosa JP, que ustedes dicen que lo dejaron todo por la Patria. (Aplausos). Veo en vuestros ojos la misma esperanza, el mismo sueño que tuvimos nosotros cuando nos incorporamos pensando que el país podía cambiar; seguimos soñando que puede cambiar, pero para que cambié hay que tener la fuerza indoblegable del cambio y en la construcción del nuevo tiempo, mucho coraje y nada de miedo para construir la Argentina que necesitamos. (Aplausos).
Muchos hablan de que hay que abrir las compuertas de la participación a la juventud. Nos hemos cansado de escuchar a dirigencias, durante distinto tiempo, de hablar de la juventud, y la juventud debe participar. Lo que tenemos que hacer es abrir los canales, para que la juventud argentina pase a ser parte activa del poder de la construcción de la nueva Argentina, para encontrar una Argentina con equidad y con justicia. Abrir los canales para poder encontrar la participación activa y con capacidad de decisión de una juventud argentina que esté dispuesta a escribir un trazo largo de nuestra historia.
Les agradezco profundamente el coraje y la decisión que tienen. No tengan dudas que con los aciertos y errores que pueda tener, voy para adelante, por el nuevo país, por la nueva Patria, por una Argentina para todos. (Aplausos)
Tengan en claro queridos compañeros, que la lucha de la recuperación política y social de la Argentina es una tarea que está comenzando. Pero hay algunos sectores que quieren seguir manteniendo los privilegios de ayer, van a poner trabas y me van a atacar de cualquier forma, pero sé que el pueblo argentino me va a acompañar en la construcción de los sueños y el amor del nuevo tiempo que tenemos. (Aplausos)
Ustedes ven cómo van coincidiendo algunos sectores, y algunas de las cosas que ustedes dicen allí abajo. Hoy los que decían que nos iban a apoyar, que nos iban a acompañar en la nueva Argentina, en la provincia de Buenos Aires se están abrazando, a través de Patti, con el menemismo, para tratar de frenar el proceso de cambio que tiene la Argentina. No importa, porque el pueblo argentino, los jóvenes argentinos saben muy bien cómo superar toda esta política de pactos dirigenciales. Cuanto más dirigentes se junten para trabar la transformación, más pueblo se va a juntar para apoyar y definitivamente cambiar esta historia. (Aplausos)
Sepan y téngalo en claro, cuando estábamos discutiendo la deuda privada, desde un diario de esta Argentina, que me hace editoriales cada tanto, de un diario que dice que es independiente, y que su Vicedirector estuvo comprometido con cuanta dictadura militar hubo, con De la Rua y con López Murphy, de un diario que trata de decir que la conciencia de los jóvenes es comprable, desde acá, desde River la juventud argentina le dice a ese diario que está de pié y que acompaña el proceso de cambio y transformación argentino. (Aplausos)
Queridos compañeros: cuando tratan de desprestigiarnos, ustedes van a ver que me van a atacar permanentemente, me llaman el pingüino para desprestigiarme, me siento pingüino de alma, cuando ustedes pingüino se me caen las lágrimas, como hombre del sur que soy.
Hemos logrado un acuerdo que nunca en la historia del mundo se logró. Cuando nos pusimos de frente y dijimos que había que hacer una quita de la deuda que tenía la Argentina, me trataron de mal educado, me dijeron que estaba llevando el país al abismo, me dijeron de todo. Pero la verdad es la única realidad, nos ahorramos 67 mil millones de dólares de deuda, que no cayeron sobre las espaldas del pueblo argentino. (Aplausos)
Cuando comenzamos la construcción de una justicia independiente, y cuando dijimos que esta generación de argentinos quiere vivir con justicia, con memoria y sin impunidad, me decían que removía el pasado. Lo hemos logrado porque esta sociedad argentina no quiere vivir ni con desaparecedores, ni con torturadores, ni con los que atacaron al pueblo y a los jóvenes argentinos. Estamos dando un verdadero ejemplo de justicia y de dignidad. (Aplausos)
Acompañamos, de corazón y con la razón, la inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Les dijimos a las Madres y a las Abuelas de Plaza de Mayo, “acá están sus hijos”, cumpliendo con el destino de justicia que esta sociedad argentina merece. (Aplausos)
Les puedo asegurar que, como les dije el primer día, no dejo las ideas en la puerta de la Casa de Gobierno. Vinimos a pelear por un país distinto y estamos dando la pelea. Lo vamos a construir, el tiempo nuevo se viene, pero a no aflojar, tiene que estar el pueblo activo, tiene que estar el pueblo presente en forma permanente, sólo no puedo.
No les vengo a pedir que me sigan, les vengo a pedir que me ayuden a dar vuelta la taba, a reconstruir la Patria, a levantar la Bandera, a reconstruir la identidad de la justicia, a luchar contra la exclusión y la indigencia, a vencer la pobreza y el desempleo, a recuperar la dignidad. Quiero que los padres de ustedes los puedan mirar, no como aún pasa, que vemos llorar a los padres cuando miran a sus hijos porque ven que van a tener un futuro peor que el de ellos. Dar vuelta la taba significa que, como hace muchos años, nuestros padres recuperen la sonrisa, porque sus hijos van a estar mejor que ellos, van a tener un buen trabajo, van a ir a la universidad, se van a poder preparar, van a poder armar su familia, van a poder soñar con el amor, van a poder soñar con las utopías, van a poder soñar en libertad, se van a poder expresar y van a poder construir un mundo plural y distinto. (Aplausos)
Queridos compañeros, con la voz que me queda, los abrazo fuertemente, me siento extremadamente agradecido. Les pido que nos tomemos de las manos, que las anchas calles de la Patria, desde Ushuaia a Jujuy, están esperando que la reconstrucción de la Patria sea con equidad y con justicia, que crezca el trabajo, que venzamos la indigencia, que crezca la inclusión social, que crezcan las alegrías y los sueños en nuestra sociedad. Esa es nuestra lucha, y fue la lucha también de la generación que fue vapuleada por el proceso hace 30 años.
Jóvenes argentinos, con pluralidad, levantando la Bandera de la Patria, volviendo a creer en esa Argentina que soñaron nuestros próceres: San Martín, el general Perón y la inolvidable, la mujer de todos nuestros sueños y de nuestra vida espiritual, que siempre será Eva Perón, porque fue un verdadero ejemplo de transformación y cambio. (Aplausos) Todos ellos, envueltos en la Bandera argentina y en terminar y llevar adelante todas las asignaturas inconclusas.
Muchas gracias compañeros por compartir este momento, por este consenso, por esta fuerza, por esta potencia, por esta irreverencia, por esta capacidad transgresora, por levantar la Bandera con coraje, por pelear por la justicia, por volver a creer en la política, por volver a luchar por la Argentina, por volver a creer en la solidaridad. ¡Viva la Patria, viva Argentina, vivan ustedes!